LIVORNO 1
ESPANYOL 2
Amelia
Grandoni
Galante
Kuffour
Pascuale
Morrone
Passoni
Filippini
César
Fiore
Lucarelli
Cambios: Paulinho por César (min. 60)
Pfertzel por Fiore (min. 72)
Coppola por Morrone (min. 73)
s.c.
Gorka
Velasco
Jarque
Lacruz
Chica
Ito
Costa
Rufete
Moha
Coro
Pandiani
Cambios: Riera por Moha (min. 60)
Luis García por Pandiani (min. 76)
s.c. Moisés por Coro (min. 87 )
s.c.
Arbitro: Stephane Lannoy (FRA)
Tarjetas amarillas: Galante, Costa.
Goles: 0-1: Pandiani (de penalti, min. 28). 0-2: Moha (min. 59). 1-2: Galante (min. 81).
ESTADIO A. PICCHI. 400 ESPECTADORES.
En el partido más extraño de la Copa de la UEFA, el Espanyol sacó la mejor tacada. Un triunfo que invita al optimismo al cuadro blanquiazul, que deberá rematar en Montjuïc a un equipo desangelado, en un mal momento de juego y al que sólo le faltaba que le robaran la hinchada para hundirse. Los de Valverde tienen un pie en octavos.
El choque comenzó tan frío como la grada. Los gritos de los jugadores resonaban por las vetustas gradas del Armando Picchi, un vacío sólo roto por el centenar y medio de aficionados del Espanyol, que accedieron al estadio en calidad de delegación oficial.
Pronto se vio que el Livorno se sustenta en la figura de Lucarelli. Lo que se desconocía es que no tenía ningún argumento más. Todo el ataque italiano se basaba en que Lucarelli recibiera de espaldas, devolviera atrás o a las bandas y buscara el desmarque y posterior remate. Entre Jarque y Lacruz se encargaron de retener su imponente figura.
Por su parte, el Espanyol intentaba buscar el contragolpe, porque en la creación de juego el rendimiento de Costa e Ito era más que discreto. Y ahí entró en juego Coro, que ayer relevó a Luis García en la media punta. El menudo canterano rindió como acostumbra, y ejerció de efectivo enganche con Pandiani. Hasta que llegó el tanto blanquiazul, tras un penalti sobre Lacruz a centro del inspirado Moha. Pandiani ejecutó la pena, con un disparo raso y fuerte a la derecha de Amelia.
El choque ofreció muy poco más. Sólo una gran jugada de Moha, que aprovechó un error para superar a Koffour y batir a Amelia; y también el gol de Galante hacia el final, cuando cabeceó a la salida de un córner tras un fallo garrafal del Espanyol. Fue el tanto de la esperanza italiana.