Jueves, 15 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6269.
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ESQUI / El estado de las pistas / EL PRONOSTICO
Nieve sin base sólida
CHUAN ORUS

La nieve es un material poroso, que contiene, en proporción diversa, aire y agua. Esta última se presenta en su estado sólido (cristales de hielo), líquido o como vapor de agua. La primera y tercera fase del agua están siempre presentes en el copo. La segunda puede faltar. La nieve se deposita en capas. Si sólo contiene cristales de hielo y vapor, se denomina seca o polvo: el sueño de todo esquiador. Si se añade agua, la nieve se convertirá en húmeda. En esta variación de la presentación de la nieve suelen influir los meteoros (lluvia, niebla, aire, frío...); pero también otras circunstancias no estrictamente meteorológicas: irradiación (calor de la tierra transmitido al manto nivoso), exposición al sol, compactación por medios mecánicos (el fresado de las pisanieves), etcétera.

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Este año está siendo malo para las estaciones de esquí. Casi no nevó en noviembre y diciembre, cuando las nevadas van acompañadas de menor radiación solar. No se pudo hacer base, una de las condiciones para mantener la calidad y cantidad de la nieve durante más tiempo. Cuando por fin cayó, en la tercera semana de enero, lo hizo sobre tasca o piedra, con lo que la irradiación afectó a la estructura del manto. Para mayor fastidio, esta semana algunas estaciones pirenaicas, las más expuestas al viento del sur, han soportado lluvia y aire cálido. Hasta 42 litros se registraron la noche del domingo al lunes, y el miércoles siguió lloviendo. Como había poca base, el destrozo ha sido considerable. Pistas abiertas una semana atrás han sido de nuevo cerradas, y la nieve polvo -con vapor- ha dejado de serlo, por la gran cantidad de agua que se ha depositado en su manto. Muchas estaciones deberán echar mano pronto del calificativo nieve primavera (por la mañana dura y por la tarde húmeda). Este fin de semana se espera nieve, pero deberá caer de manera generosa y con frío. Si no, mal.

Es lo que hay. Lo que siempre ha habido. Todavía no es el efecto del cambio climático. A principios de los 40, a finales de los 80, o en 1999 pasó lo mismo. Y gracias que ahora, con la nieve artificial, se maquillan en algo los efectos. Y recuerden: no sólo hay nieve buena o mala, el bueno o malo es el esquiador.

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