El nuevo jefe ya en la práctica de los empresarios españoles, Gerardo Díaz Ferrán, proclamó ayer como ideario la necesidad de «renovar el Estado del Bienestar en España para que pueda ser sostenible en el tiempo». Aunque aclaró inmediatamente que «toda reforma debe tener lugar sin brusquedad, siempre de forma paulatina», porque se fijó como «prioridad» de su futuro mandato «el diálogo con los sindicatos y la paz social».
Díaz Ferrán compareció ayer ante los periodistas tras ser ratificado por la Junta Directiva de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) como sucesor de José María Cuevas en la presidencia de la institución hasta el año 2009. En sus primeras palabras, el empresario madrileño, de 64 años, se comprometió a mantener «un diálogo «constante, fluido y constructivo» con las organizaciones sindicales y «con el Gobierno que esté en cada momento».
Díaz Ferrán es actualmente presidente de la patronal de empresarios madrileños y de la Cámara de Comercio de Madrid y está considerado próximo a la presidenta autonómica, Esperanza Aguirre.
Preguntado sobre si es partidario de negociar una nueva reforma laboral, pese a que Cuevas suscribió una apenas el pasado año, Díaz Ferrán respondió que «hay que renovar constantemente, las cosas nunca son estáticas».
Calificó a Cuevas de «ejemplo para todos», pero va a intentar marcar diferencias en la relación con Fomento del Trabajo, la patronal catalana. Su presidente, Joan Rosell, intentó disputar el pasado año la presidencia a Cuevas, pero finalmente desistió por falta de apoyos y, tras su enfrentamiento, se quedó sin vicepresidencia.
La patronal catalana puede aprovechar el relevo para reintegrarse en la cúpula de CEOE. Díaz Ferrán ya ha hecho un acercamiento, aunque su pensamiento político es idéntico al de Cuevas: la unidad de mercado en España es sagrada y la descentralización de España en ningún caso debe ponerla en peligro ni amenazar la estabilidad política de España.
Intervención de Gaspart
El ex presidente del Fútbol Club Barcelona, Joan Gaspart -miembro de Fomento- dejó ayer claro en el comité ejecutivo de CEOE la opinión de la patronal catalana. «Se resume así: despedida cordial a Cuevas, a pesar de todo, bienvenida y beneficio de la duda a Díaz Ferrán y agradecimiento a Santiago Herrero por haber fomentado un debate que es necesario», explicó ayer a este diario un dirigente de Fomento. Herrero es el presidente de la patronal andaluza que ha intentado disputar el delfinato a Díaz Ferrán, sin éxito.
Incluso la Generalitat de Cataluña intervino ayer para que la patronal catalana esté mejor representada en CEOE, pese a tratarse de una cuestión interna empresarial. El conseller de Innovación, Universidades y Empresa de la Generalitat, Josep Huguet, expresó ayer su deseo de que el relevo en CEOE «signifique realmente una nueva etapa y que la patronal catalana sea capaz, con el nuevo equipo de cambiar el modelo de relaciones».
Huguet, en declaraciones a Europa Press, consideró que este modelo de relaciones «ha estado muy deteriorado» durante la tramitación del Estatut de Cataluña, lo que «no es bueno». Por su parte, fuentes oficiales de patronal vasca Confebask aseguraron ayer que su opinión sobre Díaz Ferrán es la mostrada ayer por sus representantes en la junta directiva de CEOE. Es decir, de no oposición, puesto que ayer no se alzó ninguna voz en contra del sucesor de Cuevas. Confebask se distancia así del presidente del Banco Guipuzcoano, José María Aguirre, al que se atribuye haber votado en contra de Díaz Ferrán el pasado martes en la reunión de vicepresidentes. El futuro presidente de CEOE dijo sentirse finalmente «respaldado por todos». Díaz Ferrán ratificó al equipo de Cuevas y confirmó que ofrecerá «responsabilidades más altas» al secretario general, Juan José Jiménez Aguilar. Éste será, además, vicepresidente.
El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, elogió ayer el «talante social y dialogante» del sucesor de Cuevas y expresó su confianza en que «continuará con el diálogo social en beneficio de todos los españoles».
El portavoz económico de CiU, Josep Sanchez Llibre, le pidió «respeto a los planteamientos políticos legítimos de Cataluña».