VILLASECA DE LA SAGRA (TOLEDO). - «Así es como se garantizan derechos y oportunidades en todos los territorios. Así es como se defiende y asegura la igualdad. Así es como se evita o se repara la discriminación. Así es como de verdad se une y fortalece España». José Luis Rodríguez Zapatero viajó ayer hasta los talleres de Renfe en Villaseca de la Sagra (Toledo) para presentar el primer balance del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) y preparar así la antesala electoral.
Los talleres de La Sagra se convirtieron en el escenario elegido por el Ministerio de Fomento para que Zapatero presentase el balance de uno de los planes «más ambiciosos» del Gobierno, como lo definió él mismo. Más de 250.000 millones de euros a invertir en 15 años. Y como telón de fondo, los nuevos trenes que Renfe pondrá en marcha este año. Todo estaba cuidado al milímetro.
«España será otra en 2020», anunció a bombo y platillo el presidente del Gobierno. «Y en 2010, será el primer país del mundo en alta velocidad», por delante de Japón y Francia. En lo que va de legislatura, desde mediados de 2004, el esfuerzo inversor en infraestructuras ha sido de 33.597 millones de euros, según los datos facilitados por el presidente. Sólo en ferrocarril, la inversión ascendió a 15.800 millones.
A lo largo de su discurso, Zapatero recalcó en dos ocasiones que, con el PEIT, el Gobierno contempla a España «como un todo», ya que «España une uniendo», señaló. «El crecimiento de la economía y el superávit de nuestras cuentas garantizan las perspectivas de inversión para que nuestro país tenga un cambio en profundidad de vertebración, cohesión y fortaleza con el cumplimiento en tiempo de este plan estratégico de inversiones», prosiguió su discurso.
El presidente se rodeó para la ocasión de empresarios del sector, de la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, y de la cúpula ferroviaria española (sin olvidar al centenar de periodistas acreditados para la ocasión).
La mañana arrancó en la estación madrileña de Atocha. A las 10.20 horas, decenas de plumillas, foteros y cámaras se agolpaban a la entrada del andén número 13. Minutos después, uno de los hombres de seguridad de Zapatero ordenó al grupo de periodistas que entrasen en los vagones 6 y 7 del tren estacionado.
Era el AVE 9356, con destino a Villaseca de la Sagra. Un total de 404 plazas, 200 metros de largo, equipado con un sistema de señalización que le permitirá circular indistintamente por las vías Madrid-Barcelona, Madrid-Sevilla y Madrid-Málaga. Era el nuevo AVE, de la serie 103, de Siemens, que cubrirá el trayecto Madrid-Barcelona. Capaz de alcanzar los 350 kilómetros por hora y dispuesto a convertirse en el tren más rápido que va a circular por las vías españolas de alta velocidad, el nuevo tren utilizó a los periodistas y al propio presidente del Gobierno como conejillos de indias en su primer viaje piloto. Un viaje que realizó encontrándose aún en la última fase de su puesta en explotación comercial. Ayer, no pasó de los 200 kilómetros y su destino no fue Barcelona.
El viaje mereció la pena. Zapatero arrancó algún que otro aplauso de los políticos castellanomanchegos presentes y paseó por las instalaciones de los talleres. En La Sagra le esperaba el presidente de la Junta de las Comunidades de Castilla-La Mancha, José María Barreda, que le agradeció que su región haya «dejado de ser la España profunda, para ser parte de la España emergente».
La ministra puso la guinda a la jornada: «En La Sagra confluyen el impulso al tren, la apuesta por las nuevas tecnologías y la colaboración entre lo privado y lo público». A las 13.53 horas, Zapatero llegaba a Atocha y ponía punto y final a una previa campaña.
Más trenes en prueba
Renfe aprovechó el día de ayer para difundir entre los medios un comunicado en el que anunciaba la previsión del Ministerio de Fomento de poner en servicio a finales de este año los trenes de Alta Velocidad de rodadura desplazable que está fabricando el consorcio Talgo-Bombardier. Son los trenes de la serie 130, con capacidad para adaptarse al ancho de vía tradicional y al del AVE. La compañía ha comenzado a recibir las primeras unidades de las 45 que compondrán este pedido. Renfe prevé tener listos estos trenes para que cuando a finales de 2007 entren en servicio las nuevas líneas AVE Madrid-Segovia-Valladolid, Córdoba-Málaga y Madrid-Barcelona, pueda explotar trayectos en los que los trenes circulen indistintamente por líneas AVE y convencionales. El objetivo último de la operadora es poder extender los beneficios que en materia de reducción de tiempos de viaje tienen las infraestructuras AVE a otras ciudades y territorios, más allá de los que, de momento, cuentan ya con la línea de Alta Velocidad. Con este tipo de trenes, Renfe podrá explotar comercialmente trayectos entre Madrid y ciudades de la Cornisa Cantábrica, por ejemplo.
