PABLO PARDO. Especial para EL MUNDO
WASHINGTON.-
No fue la nieve, que sepultaba Washington, sino los periodistas, los que impidieron que el ex presidente del Gobierno José María Aznar, participara ayer en un acto público en la capital de EEUU. Aznar tenía previsto acudir al almuerzo de Nathan's, un restaurante de Washington que regularmente invita a personalidades públicas a comidas en las que se celebra un turno de preguntas y respuestas con los comensales. Pero la posible presencia de periodistas españoles frustró la presencia de Aznar.
En un comunicado en la página web de Nathan's, su propietaria, Carol Joynt, explicaba que «en una aparente confusión, él [en referencia a Aznar] y su equipo no se sintieron cómodos ante el hecho de que la audiencia pudiese incluir periodistas españoles o cualquier tipo de periodistas». Según Joynt, «las entrevistas siempre son completamente on the record». El lunes, Aznar recibió el Premio al Liderazgo Internacional que entrega el Instituto Judío para Asuntos de Seguridad Nacional (Jinsa), una pequeña agrupación alineada con los sectores más duros en política exterior de EEUU e Israel. El acto estuvo también cerrado a la prensa.
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