XABIER GARMENDIA
SAN SEBASTIAN.-
El colectivo de familiares de presos de ETA convocó ayer un paro de una hora, el próximo día 23, en Euskadi para exigir la «inmediata puesta en libertad» de José Ignacio de Juana y de los reclusos de la organización terrorista que han cumplido sus condenas, así como el traslado de los reos a prisiones vascas.
El portavoz de Etxerat, Estanis Etxaburu, acompañado por un centenar de integrantes de este grupo, criticó la pena de tres años de cárcel impuesta por el Tribunal Supremo a De Juana, cuya foto en la cama del Hospital 12 de Octubre presidió la rueda de prensa. Desde su perspectiva, la reducción de la condena supone que «Iñaki tenga que seguir secuestrado en prisión y un año y medio más en esa situación», algo que calificó de «inaceptable», al tiempo que consideró que «la única solución» es que «esté en casa para siempre y sin ninguna condición».
Etxaburu responsabilizó al Gobierno del PSOE de mantener a De Juana «secuestrado, atado a la cama y torturado» por «escribir dos artículos de opinión», y denunció al Ejecutivo de Zapatero por persistir en una «política penitenciaria letal», que «parte de una sed de venganza y que busca ver morir en prisión a los presos de ETA».
En opinión de Etxerat, «cada minuto, cada hora y cada día es de vida o muerte para Iñaki», en huelga de hambre desde hace 100 días, aunque es «alimentado contra su voluntad».
El portavoz de Etxerat, colectivo al que no pertenece la única hermana de De Juana, criticó a las instituciones y formaciones políticas vascas por no aprobar el pasado viernes un texto presentado por el PCTV en el Parlamento de Vitoria a favor del citado etarra, en el que se pedía su inmediata excarcelación y que una delegación lo visitara. «No se acordó ni lo uno ni lo otro, y ahora hacen declaraciones pidiendo a Iñaki que deje la huelga de hambre. Su comportamiento es verdaderamente miserable», sentenció.
Etxaburu también denunció que en los últimos días 24 presos de ETA han sido trasladados desde cárceles del País Vasco a centros de «Alicante, Galicia y Valencia». Además, indicó que únicamente el 2% de la población reclusa en España está clasificado en primer grado, mientras que este porcentaje se eleva «al 80%» entre el colectivo de los presos de ETA. Apeló al sufrimiento que padecen los etarras en prisión y sus familiares y recordó que «16 familiares o allegados han muerto en las carreteras» a la ida o a la vuelta de visitar a los presos, mientras que obvió cualquier referencia a los asesinados por ETA y al padecimiento de las víctimas del terrorismo.
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