El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, confirmó ayer que la concejala de Las Artes, Alicia Moreno, le ha pedido «no ir en las listas del PP». La propia edil explicaba después a este periódico que fue Ruiz-Gallardón quien le preguntó si quería ir o no en la candidatura del Partido Popular y Alicia Moreno contestó que no.
Las explicaciones que dio el regidor en Tele 5 llevan aparejadas múltiples interpretaciones y una realidad. ¿El hecho? Moreno, que no está afiliada al PP, se queda fuera de las elecciones y tendrá que esperar a que Gallardón gane las próximas elecciones, primero, y luego, que se avenga a ficharla para su Gobierno como consejera delegada.
Ruiz-Gallardón ya ha utilizado la oportunidad que le proporcionó la Ley de Grandes Ciudades para repescar a otro de sus hombres, Miguel Angel Villanueva, como consejero delegado de Economía y Participación Ciudadana.
El riesgo de esta jugada es que el alcalde se olvide de Alicia Moreno el 28 de mayo, suponiendo siempre que gane los comicios, y la independiente salga definitivamente del Gobierno de Ruiz-Gallardón después de ocho años de trabajo mano a mano. Ella lo asume y asegura que sólo tiene palabras de agradecimiento para quien ha sido su menor político.
Las distintas interpretaciones van más encaminadas a por qué se anuncia esto ahora y qué consecuencias puede tener para el regidor. Lo primero que quiso aclarar Gallardón es que si Moreno «hubiese querido ir en la lista, naturalmente que hubiese estado» y dejó la puerta abierta a su incorporación al Gobierno municipal. Nada más.
El deseo de Alicia Moreno, «no entrar en la lista del PP», coincide con los rumores intencionados de quienes aseguraban que la dirección del Partido Popular en Madrid no iba a permitir que la concejala formara parte de la candidatura después de que se solidarizara con Pepe Rubianes tras la polémica de la obra del autor catalán Lorca eran todos.
Antes ya vinieron las manifestaciones contra la guerra y su distanciamiento ideológico con el partido en determinados temas de fuerte calado político. No ha sido extraño verla salirse del Pleno municipal cuando se debatía (y votaba), por ejemplo, el matrimonio entre homosexuales. Pero entonces Gallardón no contaba con la Ley de Grandes Ciudades y no estaba dispuesto a prescindir de su ojo izquierdo. En esta legislatura, el alcalde puede recuperar a Moreno desde el primer día de Legislatura y la edil no tiene que figurar como concejala del PP. Una fórmula perfecta si al final se cumple.
Además, esta decisión contenta a casi todos. El portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ya había advertido de que si Moreno «no asume los criterios de actuación del PP, lo que tiene que hacer es marcharse» o dicho de otra manera pero con la misma voz: «Si alguien no está de acuerdo lo que tiene que hacer es dejarlo y marcharse».
Algunas fuentes próximas al partido aseguran que entre los que están contentos con la respuesta está también Gallardón que, de esta forma, evita un enfrentamiento más, el enésimo, con el sector más conservador del PP regional. De hecho, el tema Alicia Moreno fue uno de los ataques utilizados contra Gallardón en la propia Ejecutiva del PP regional cuando el vicealcalde Manuel Cobo le disputaba a la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre.
Aunque también es posible que estemos asistiendo al último Carnaval de Moreno, que esté preparando su retirada de la vida política después de ocho años de batallas.
Además, el propio regidor aseguró ayer que repetirá un tercer mandato si Madrid es elegida en Copenhague, en 2009, como sede de los Juegos Olímpicos de 2016.