Aunque residían en Villaverde los miembros de la banda fueron arrestados en Fuenlabrada tras perpetrar un robo con violencia en el interior de una entidad bancaria. En ese momento se arrestó a B.T., marroquí de 24 años; E.C.G., española de 19 años; Z.D., marroquí de 22 años; I.M.F., marroquí de 24 años; J.F.J., español de 20 años y a un menor de edad. El juez ha enviado a los cinco adultos a prisión y el menor se encuentra recluido en un centro de reforma.

Las investigaciones de los efectivos del Instituto Armado comenzaron el pasado verano cuando se descubrió un incremento de hechos delictivos que tenían un nexo en común: todos los delitos analizados eran perpetrados en localidades ubicadas en el entorno de la M-50. Así, el pasado mes de agosto se produjo un alunizaje en una tienda de caravanas de Paracuellos del Jarama, causándole lesiones a un empleado. En el lugar del suceso, los investigadores localizaron pistas que han resultado determinantes en la investigación.

Tras lograr identificar a los presuntos autores del robo, se inició un dispositivo de vigilancia en la zona donde supuestamente residían, en Villaverde. En ese distrito abandonaban siempre los vehículos utilizados en los robos.

Finalmente, la Guardia Civil logró desarticular la banda, a la que se le considera responsable de 40 delitos de robos con violencia e intimidación, en alguno de los que llegaron a exhibir e incluso utilizar un arma de fuego, 36 robos de vehículos, 22 robos con fuerza, 13 delitos de daños, un delito de tenencia ilícita de armas y dos homicidios en grado de tentativa.

A lo largo de estos meses, los agentes han podido comprobar que los detenidos perpetraban robos de forma indiscriminada en toda la geografía madrileña, estando su media en los cinco diarios. Su modus operandi consistía en sustraer un vehículo, especialmente de gran cilindrada, con el que se desplazaban. Posteriormente procedían a dar el golpe. Uno de los integrantes permanecía siempre al volante del automóvil, para huir de forma inmediata. Cuatro de los seis arrestados ya fueron detenidos por el Cuerpo Nacional de Policía el pasado mes de noviembre, por su presunta implicación en 35 delitos de robo con violencia e intimidación en entidades bancarias y establecimientos comerciales.

En la operación se ha logrado intervenir un importante número de teléfonos móviles y 1.200 euros en metálico. También se recuperó el botín conseguido en una sucursal bancaria de Fuenlabrada donde intentaron disparar al empleado de la caja, un arma de fuego del calibre 6.35 con munición, gran cantidad de herramientas y destornilladores y varios pasamontañas.