Es el más buscado y el más deseado. Y no es para menos. Mucho se ha dicho sobre José Tomás desde su retirada de los ruedos: que si está entrenando muy fuerte, que si no tiene pensada su vuelta, que si le ha comentado a los amigos que tiene 'mono' de torear...
Pero lo cierto es que las apariciones públicas del diestro de Galapagar han sido muy escasas y de su boca no ha salido una palabra sobre su posible vuelta a los ruedos. Ayer, José Tomás asistió al acto de presentación del libro Lupe, el Sino de Manolete, de la editorial Espasa, y lo que muchos pensaban pudiera ser el día en que se pronunciase sobre su regreso, se convirtió en una decepción para aquellos que le echan de menos día tras día.
El maestro retirado, pese a sus pocas apariciones públicas, quiso estar presente en este acto por su tremenda admiración hacia el monstruo cordobés y su amistad con Carmen Esteban, la autora del libro.
Sin embargo, en cuanto fue consultado sobre su regreso, el matador evitó decantarse y pasó el protagonismo al motivo del acto, Manolete y Lupe Sino.
José Tomás se mostró «muy emocionado con todo lo relacionado con Manolete», un torero del que ha «aprendido mucho», afirmó.
Aprovechando la presencia de Joaquín Sabina en el acto y para reflejar lo que significó Manolete, José Tomas eligió dos fragmentos de su tema Noches de boda, una boda que, según el diestro, «interrumpió Islero».
La primera de las estrofas es «que las mentiras parezcan mentiras» y es que, para José Tomás, «se han dicho muchas cosas sobre Manolete que no son ciertas y que no se traga nadie». El otro fragmento de la canción es el que dice «que las verdades no tengan complejos», ya que «de eso se trató exactamente la vida de Manuel Rodríguez», según Tomás.
Por su parte, el cantante y compositor Joaquín Sabina, tras recitar un fragmento de su canción De purísima y oro, dedicada al torero cordobés, habló de la obra así como de la vida de Manuel Rodríguez como algo «necesario e imprescindible para cualquier amante de la Fiesta». «Siempre me ha interesado la figura de Manolete. Mi padre estuvo presente la tarde de la muerte en Linares», afirmó.
Sabina no dejó pasar la ocasión para contestar a las intenciones de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, de prohibir la muerte del toro en la plaza: «es nuestra Fiesta y no se la pueden cargar por decreto».
El Bar Chicote pasará a la Historia por ser el lugar donde Manolete y Lupe Sino tuvieron su primer encuentro en 1943. Ayer, 54 años después, el local madrileño volvió a unir a la pareja en la presentación de una obra que para su autora, Carmen Esteban, «quiere reivindicar el personaje femenino, representado por Lupe Sino, de la que se han dicho muchas mentiras. Ella fue una luchadora urbana, muy independiente, y quisieron desprestigiarla a base de sacarle supuestos romances inexistentes», aseguró.
El libro no se trata, por tanto, de un relato taurino en sí, sino de una historia de amor protagonizada por dos jóvenes veinteañeros. Un romance que pocos aceptaron, como el ganadero Alvaro Domecq o el apoderado Camará, así como la madre del propio Manolete, doña Angustias: «Qué elemento era. ¡Cuánto daño le hizo al hombre y al torero!», aseguró Carmen Esteban.