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No hay verdad que no haya sido perseguida al nacer (Voltaire) |
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Impresiones |
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Nos cuentan que... |
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Los días o, más bien, las horas de Luis López Guerra como secretario de Estado de Justicia están contadas. Fundamentalmente porque la falta de entendimiento con el nuevo titular de la cartera, Mariano Fernández Bermejo, es pública y notoria. En las alturas de la cúpula fiscal aún no se ha olvidado el rifirrafe que ambos protagonizaron el pasado mes de noviembre durante una reunión celebrada en Granada. La cita, a la que acudieron también el fiscal general, el Consejo Fiscal, los fiscales de Sala del Supremo y los fiscales jefe de cada comunidad autónoma, tenía como objetivo transmitir a los responsables de Justicia las sugerencias de la cúpula del ministerio público a la aún pendiente reforma del Estatuto que rige el funcionamiento de los 1.800 miembros de la carrera. «No vamos a atender las sugerencias que planteéis porque la reforma está ya diseñada y no la vamos a tocar», advirtió López Guerra para pasmo de los presentes. «Vaya tomadura de pelo... ¡para esto nos hacéis venir!», afirmó enfadado Fernández Bermejo, a la sazón fiscal de Sala del Supremo y perjudicado directo por el feo del secretario de Estado, ya que él era uno de los ponentes. El sustituto de López Guerra como número dos de Justicia será el abogado Julio Pérez Hernández.
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