BARCELONA.-
Tres personas prendieron fuego el miércoles por la noche en una salita del Centro de Atención Primaria (CAP) Rio de Janeiro de Barcelona, en el distrito de Nou Barris, y destrozaron varios ordenadores después de que uno de ellos, una mujer, se sintiera mal atendida por los trabajadores del centro.
La mujer acudió sobre las 20.00 horas al CAP para pedir un cambio en la tarjeta sanitaria y una visita con su médico habitual, a lo que el personal le respondió que en aquel momento sólo podía ser atendida por el médico de urgencias y que para hacer el trámite administrativo debía regresar al día siguiente.
Disconforme con la respuesta, la mujer trató de salir del centro por la puerta principal, que estaba cerrada, y al ver que no podía, empezó a golpearla y agredió a un administrativo que le pidió que se detuviera, según Efe.
Finalmente se marcho y volvió al cabo de un rato con otros dos hombres, con los que destrozó ordenadores y prendió fuego a una salita. El incidente se suma al que ocurrió el mismo centro por la mañana, cuando una persona se introdujo en la sala donde el personal guarda sus objetos personales en las taquillas y trató de robar, y a las agresiones sufridas por dos doctoras el sábado pasado.
Ante esta situación, el Sindicato de Enfermería pidió más medidas de seguridad en los CAP porque «no es la primera vez que en este CAP se viven situaciones como esta y, a pesar de ello, no se han implantado las medidas de seguridad necesarias para proteger a los profesionales que trabajan allí.
En resupuesta a las últimas agresiones, los trabajadores del CAP se reunieron este mediodía y amenazaron con convocar una huelga si no aumentaban las medidas de seguridad en el centro, en el que aseguran que se han producido diversos incidentes en los últimos cuatro o cinco años.
Pero finalmente, el personal del centro desestimó declararse en huelga tras las cuatro agresiones que han sufrido en los últimos cinco días porque la dirección del centro ya ha adoptado medidas de seguridad. En concreto, desde ayer hay un guardia de seguridad en la entrada, una medida que se mantendrá durante todas las horas que esté abierto el centro, inclusive durante las guardias del fin de semana.
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