Hay excepciones -por suerte- y, de vez en cuando, nos encontramos con espacios más animosos. Este año, la galería Antonio Machón ha dado un giro juvenil muy apreciable, que aplaudimos, con las aportaciones de unos renovados Alberto Reguera y Laura Lío: pintura en el suelo y fotografía con caja de luz el primero, y las atrevidas formas escultóricas y dibujos de la segunda. Además, un gran cuadro de Juan Giralt, un homenaje al artista madrileño, que acaba de fallecer.

Los pintores jóvenes suelen alternar la pintura con la fotografía; algunos, con mucha fortuna, como es el caso de José Manuel Ballester en el stand de EL MUNDO, que presenta sus fotos más abstractas, y de José Ramón Amondarain, que muestra pintura en Tomás March y sus experimentos digitales en la galería Estiarte. Un espacio en el que se exhiben un gran mural fotográfico de Daniel Canogar y fotografías de Ballester, Lidia Benavides, Mellado, Nave y Darío Urzay. Otra galería muy refrescante es la gallega Trinta, donde podemos ver trabajos de artistas como Manuel Bouzo y Florentino Díaz. Dos valores que crecen. O la malagueña de Alfredo Viñas, que trae obras de Chema Cobo, Juan Gopar y Ricardo Cavada, entre otros, y unas fotografías muy interesantes de la joven Noelia García Bandera.

El clasicismo caracteriza el stand de Elvira González, uno de los mas atractivos de la feria, con una arpillera espectacular de Manolo Millares, esculturas posminimalistas de Juan Asensio y obras de Chamberlain y Josef Albers, entre los extranjeros. También el de la flamante galería de Alvaro Alcazár, fiel a los artistas de su trayectoria: la pintura de Eduardo Arroyo, Canogar, Lamazares, Canelo o Edmonson, junto a las esculturas de Andreu Alfaro y Adolfo Barnatán, y una originalísima pieza textil de Nacho Criado. Fidelidad que ostenta también la Marlborough, que saca cada año toda su artillería; así, destaquemos las nuevas esculturas del estupendo Martín Chirino.

Los que siguen muy fieles a la pintura son los artistas de la galería My Name's Lolita Art, en esa figuración tan particular y literaria, con gente como Charris, Paco Pomet, Gonzalo Sicré, Juan Cuéllar, Teresa Moro o Joël Mestre. Son un frente de resistencia muy contundente y que funciona como una isla, o como un oasis en medio de tanta, tantísima arena.

Los nuestros siempre han querido no estar ausentes de Arco, aunque hay algunos que son y que no están, y demasiados que están y que no son. Así de dura es la vida.