Viernes, 16 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6270.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
El mentiroso siempre es pródigo en juramentos (Corneille)
 CULTURA
«Lo más excitante de la arquitectura es no prever el resultado»
La arquitecta Zaha Hadid supervisa las obras de su 'puente habitado' en la Expo de Zaragoza 2008
DARIO PRIETO

MADRID.- Llegó Zaha Hadid y se pararon las máquinas, comenzó la lluvia de flashes y el aire empezó a oler a estrella del rock. La arquitecta pisó ayer Zaragoza por primera vez, recién aterrizada de su avión privado desde Sevilla, para ver las obras del pabellón puente que ha diseñado para la Exposición Internacional de 2008.

Publicidad
En realidad, Hadid pudo visitar más bien poco. Tan sólo unas cuantas vigas clavadas en el suelo y la isla artificial creada para sostener este proyecto, que cumple en cierta forma un antiguo sueño del hombre: el puente habitado. «Siempre he tenido un apego especial por este tipo de estructuras, como ejemplos de unión», comentó ayer la arquitecta en una rueda de prensa, al tiempo que explicaba las principales características de la obra.

Diferentes alturas, contrastes entre partes oscuras e iluminadas por rejillas, vistas al agua... Las posibilidades del pabellón puente se antojaban infinitas en boca de la arquitecta. Ésta, fiel a su imagen de diva, anuló las entrevistas concertadas y despachó la labor promocional en hora y media.

Hadid, nacida en Bagdag en 1950, pero residente en Londres desde su juventud, se ha convertido en uno de los nombres imprescindibles de la arquitectura contemporánea, sobre todo desde que ganó los premios Van der Rohe (2003) y Ritzker (2004).

A partir de ese momento, Hadid, considerada una arquitecta principalmente teórica y difícil de traducir a la materia, inició un periodo de actividad casi frenético. En algunos casos, la creadora ha podido recuperar ideas que nunca llegaron a plasmarse. Es el caso de este pabellón puente, que conecta con un primer proyecto diseñado para el Támesis, con el que Hadid se dio a conocer en 1976. «Siempre es emocionante», dijo con respecto a este punto, «ver realizado un producto que se diseñó hace años y que nunca se llevó a cabo, no porque fuese imposible, sino por improbable», explicó.

Hadid confesó que siempre ha sido «muy autocrítica» y que su clave para evolucionar ha sido darse cuenta de los errores. «Para mí es muy importante el elemento sorpresa. Cuando estoy dibujando arquitectura, lo más excitante es que no puedes prever el resultado final, cómo quedará la obra una vez terminada. Pasará lo mismo en esta obra».

Además, minimizó las críticas de quienes le reprocharon que haya creado el puente sin haber visitado Zaragoza. «¿Qué cómo se puede hacer algo así? Pues con imaginación», respondío la arquitecta. «Mi forma de trabajar es algo abstracta y prefiero diseñar con cierto distanciamiento, sin ver la zona. Desafortunadamente, tampoco puedo visitar todos los sitios donde hacemos obras». Aún así, Hadid consideró que la infraestructura está «bellamente contextualizada con el entorno».

También dijo que ya no se siente desplazada por su doble condición de mujer y árabe en un mundo, el de la arquitectura, dominado por hombres europeos, americanos y japoneses.

Según Hadid, el puente se asemeja a un gladiolo y, una vez terminado, tendrá una longitud de 270 metros, una altura variable entre 15 y 30 metros, y una superficie de 7.000 metros cuadrados. Para su asentamiento, ha sido necesario anclar la estructura principal sobre unos pilotes de 70 metros de profundidad. El edificio emblemático de la Expo servirá de puerta de entrada a la misma, y acogerá la muestra Agua, recurso único. «Es también un puente para que la gente se distraiga y disfrute», apuntó la arquitecta, que sugirió nuevas utilidades para cuando acabe la Exposición Internacional, como la ubicación de restaurantes y otros espacios de ocio.

Además del pabellón puente, Hadid ha desarrollado o está desarrollando varios proyectos en España, como la sede de la nueva biblioteca central de la Universidad de Sevilla. La anglo-iraquí alabó el hecho de que «las ciudades se sienten hoy orgullosas de sí mismas y compiten en belleza e infraestructuras».

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
 publicidad
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad