De madrugada, San Sebastián había sido escenario del ataque con cócteles molotov a dos casas del pueblo socialistas y un batzoki -sede social del PNV-. Horas antes, otro grupo de desconocidos había incendiado varios contenedores en dos calles, también en Algorta.

Los radicales bajaron con las capuchas puestas poco después de las 11.00 horas por la calle de Alberto Cortina, en dirección a la iglesia de San Nicolás. Sólo eran dos, según los testigos, y uno de ellos llevaba en la mano una bolsa transparente con un líquido azulado, previsiblemente gasolina. Mientras su compañero se entretenía cruzando tres contenedores en la calle para cortar el tráfico, el de la bolsa siguió unos pocos metros más calle abajo y roció con la gasolina las dos furgonetas.

Como el líquido que llevaban no era mucho, apenas les dio para cubrir entero uno de los vehículos, que quedó completamente calcinado, y para rociar la parte trasera de la segunda furgoneta, que no llegó a arder completamente. Tras dejar su particular huella, en la que apenas invirtieron un minuto de tiempo, los dos encapuchados desaparecieron a la carrera por las calles adyacentes.

Como consecuencia de la deflagración, potenciada por la explosión del depósito de gasolina de una de las furgonetas, la puerta del garaje que se encontraba junto a ellas y las ventanas de las viviendas inmediatamente superiores quedaron afectadas. Aunque, a simple vista y a la espera de un informe pericial, los daños se redujeron al ennegrecimiento de la fachada.

Pero este ataque en Algorta no fue ayer la única acción de los violentos. De madrugada, varios grupos de radicales atacaron en San Sebastián, de forma coordinada y prácticamente simultánea, dos sedes socialistas y un batzoki, causando en todos ellos el ennegrecimiento de las puertas, según el Departamento vasco de Interior.

El primero de los ataques se produjo a las 23.15 horas, cuando unos desconocidos lanzaron tres cócteles molotov contra la sede que el PSE tiene en la calle de Santa Bárbara de San Sebastián, resultando la fachada ennegrecida hasta el tercer piso. Las llamas fueron extinguidas por los propios vecinos, según Vasco Press.

A la misma hora, otro grupo de radicales atacó con un cóctel molotov el batzoki que el PNV tiene en la avenida de Carlos I, cuya puerta quedó ennegrecida. Apenas cinco minutos después, a las 23.20 horas, se registraba el tercer ataque con el lanzamiento de un cóctel contra la puerta de la sede del PSE de la calle de Prim y fue necesaria la intervención de los bomberos.

Antes, a las 21.00 horas del miércoles, varios encapuchados habían cruzado en la calzada unos contenedores a los que posteriormente prendieron fuego en las calles de Euskal Herria y de Telletxe, del barrio guechotarra de Algorta.

Objetivo de los violentos

Guecho ha sido y sigue siendo una de las localidades que más padece el zarpazo de la violencia, ya sea en forma de atentados o a través de la kale borroka. Lo sabe bien una de sus vecinas, María, que regenta con sus hermanas un establecimiento hostelero muy próximo al lugar donde ayer ardieron las dos furgonetas de Telefónica y que, hace dos años, vio cómo un acto similar de violencia callejera calcinó completamente su coche.

Una vecina de la calle afectada ayer se encontraba en la ventana justo en el momento del ataque y tuvo que refugiarse rápidamente ante la magnitud de las llamas. «Un desastre», resume otro vecino de la calle de Alberto Cortina: «Siempre la toman con los mismos». Frente a él, una mujer sentencia: «Si quieren quemar cosas, muy bien, pero que lo hagan debajo de sus casas».