La verdad estuvo ayer en boca de todos los partidos políticos, pero mientras los socialistas esperaban que el juicio que comenzó ayer por los atentados del 11-M «confirme» lo que consideran la verdad, los populares se enfrentaban al primer día de la vista oral con la confianza de que el juicio sirva para aclarar «las incógnitas» en torno a la matanza y se pueda saber así lo que sucedió.
Para el portavoz de Exteriores del Grupo Popular en el Congreso, Gustavo de Aristegui, sigue habiendo «demasiadas incógnitas» sobre lo que ocurrió aquella mañana del 11 de marzo de 2004, pero se mostró convencido de que al final «ya sea en el juicio o por otros medios, acabará por saberse la verdad».
Una opinión muy distinta de la del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, que aseguraba ayer en su blog que «los mayores responsables del mayor atentado islamista cometido en Europa se sientan desde hoy [por ayer] en el banquillo de los acusados».
El portavoz socialista en el Congreso, Diego López Garrido, subrayó, asimismo, que el juicio servirá para conocer la verdad sobre el origen islamista de los atentados del 11-M y dejará sin argumentos al PP, al desmontar su teoría sobre las implicaciones de ETA y la supuesta «conspiración tramada por el PSOE».
En su opinión, las pruebas presentadas en el juicio «marcan una orientación muy clara» sobre que el atentado fue perpetrado por el islamismo radical. «No existe ningún indicio en ninguna otra dirección», añadió.
Así, mientras que para los socialistas el juicio terminará por demostrar la versión oficial, para los populares debería servir para que se aporten «nuevos datos y nuevas revelaciones para que se termine sabiendo todo, todo, todo», según explicó ayer el presidente del PP andaluz, Javier Arenas. A su juicio, no sólo es necesario el trabajo de los jueces sino también que continúe «la investigación periodística». «Ambas son sanas», precisó.
Por su parte, la secretaria ejecutiva de Política Autonómica y Local del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, comentó ayer en Ciudad Real que lo que espera del juicio es que se haga justicia para evitar que se repita «el atentado más grande que se ha producido en España».
Asimismo, mostró su esperanza en que la decisión que el tribunal tome en su día resuelva todas las dudas que a su juicio existen, por ejemplo, sobre los explosivos. La dirigente popular reiteró que la postura de su partido, expresada por su presidente nacional, Mariano Rajoy, es la de pedir que se llegue hasta el final y que se conozca la verdad de lo que pasó.
Desde Izquierda Unida, su coordinador general, Gaspar Llamazares, hizo ayer un llamamiento a toda la sociedad para que deje a un lado las «conspiraciones» y las «elucubraciones» sobre los atentados del 11-M para basarse en «indicios, pruebas y testimonios», como hacen los jueces.
Sin embargo, se mostró convencido de que el juicio que se inició ayer para determinar las causas de la matanza de Madrid «tiene toda la pinta de continuar con la confusión del momento», señaló.