Lo que no estaba en el guión y fue, de hecho, una de las cuestiones estrella de la reunión, es que el PP llevara al Pacto la propuesta de un acuerdo sobre la situación penitenciaria de De Juana, en el sentido de que cumpla íntegramente la pena que le queda.

Según las dos versiones, ni los populares se detuvieron en reproches hacia la actuación de la Fiscalía o hacia las declaraciones de distintos dirigentes socialistas en favor de la reducción de condena, ni los socialistas echaron leña al fuego de esta última polémica que ha dividido a los dos grandes partidos.

La propuesta del PP no obtuvo en todo caso respuesta, y ni siquiera se topó con la reticencia de los diputados socialistas. Estos, que no esperaban que se planteara este asunto, prometieron consultar al Gobierno, que es el único competente para decidir. Como es sabido, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que no decidirá sobre la eventual concesión del tercer grado -tal vez por razones «humanitarias»- hasta conocer la sentencia del Supremo.

La impresión del PP fue que sus interlocutores no entraban en nada y eludían la adopción de acuerdos concretos; la de los socialistas, que el PP no ceja en su empeño de mantener la presión pública a costa de ETA.