Otegi reiteró en ETB que aún no está decidida la fórmula que empleará la ilegalizada Batasuna para concurrir, pero aseguró: «Nos vamos a presentar como lo que somos».

Sin embargo, sus pretensiones chocaron con el PNV y con el PSE -además del PP- formaciones que le advirtieron de que su negativa a condenar la violencia y los actos de kale borroka le impedirán concurrir a los comicios.

El dirigente radical advirtió de que su ausencia de la convocatoria electoral «sería una mala señal», que evidenciaría su incapacidad y la del Gobierno por «construir confianzas y bases sólidas suficientes». Pero a continuación señaló: «Estoy convencido de que la izquierda abertzale va a estar en las próximas elecciones y que ése es un escenario posible, que afianza el proceso y que haremos una gran marca electoral el día que nos presentemos».

Tras la intervención del líder radical, el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, pidió a la formación ilegalizada que «ponga la pelota en su tejado» y que «dé respuesta a las amenazas, acosos y violencia ejercidas sobre el resto de formaciones políticas», en referencia a los ataques perpetrados por un grupo de «fascistas» contra un batzoki y dos sedes del PSE.

El secretario general de los socialistas de Gipúzcoa, Miguel Buen, advirtió a Otegi de que los actos de violencia callejera impedirán a la izquierda abertzale estar «en el juego de los partidos democráticos» y le emplazó no sólo a que condene estos atentados, sino a que «ponga fin» a estos ataques.

Por último, la presidenta del PP en el País Vasco, María San Gil, instó al Gobierno y a la Fiscalía a que hagan «todo lo posible para que Batasuna no consiga burlar la ley y presentarse a los comicios» municipales y forales del próximo mes de mayo.