MARIA RAMIREZ. Corresponsal
BRUSELAS.-
Casi un año y medio después de la primera avalancha de inmigrantes ilegales a Canarias, que despertó la retórica de la UE sobre «el problema europeo» que requería «soluciones europeas», España e Italia aún siguen luchando para convencer a sus vecinos de que necesitan su ayuda logística.
Frontex, la agencia europea de control de fronteras encargada de la vigilancia de las costas mediterráneas y atlánticas, logró ayer sólo la mitad de los recursos que buscaba para afrontar la primavera.
Un total de 19 países aportarán más medios -la mayoría procederán de Finlandia, Alemania, Luxemburgo, España e Italia-, con ocho aviones, 13 helicópteros y 48 barcos, además de radares y otros instrumentos de vigilancia, pero, según reconoció el portavoz de Justicia e Interior de la Comisión Europea, Friso Roscam, la oferta aún se queda corta. «Si tuviéramos el doble, se acercaría a lo que necesitamos», explicó el portavoz, tras la reunión de ministros de Justicia e Interior de los Veintisiete.
Su comisario, Franco Frattini, se congratuló de la respuesta obtenida a una carta suya, enviada a los estados miembros el pasado mes de enero, para pedir más medios, y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo sentirse «satisfecho» con la «eficaz» misión de vigilancia de Frontex, ya que, en los últimos meses, ha conseguido interceptar barcos con más de 4.000 inmigrantes clandestinos de los 15.000 que se dirigían a las costas españolas.
Sin embargo, Roscam reconoció que, aunque la agencia está «muy agradecida» por las aportaciones, aún faltan importantes recursos básicos.
|