Este sindicato culpó de la situación tanto a las autoridades de Mauritania como al Gobierno español «por no disponer de los medios logísticos necesarios para atender al desplazamiento de un importante número de funcionarios policiales».

Los agentes trasladados a Mauritania relataron que tuvieron que dormir encima de cartones en el suelo, que apenas recibieron comida y que, encima, fueron retenidos durante varias horas por las autoridades del país africano.

Desde Interior justificaron esta situación por la falta de recursos del país africano y porque los hoteles de Nuadibú estaban llenos y no quedaban plazas. Además, negaron que los policías tuvieran que gestionarse la comida, ya que fue sufragada por el Ministerio.

El delegado del Gobierno de Canarias, José Segura, reconoció que el servicio realizado no fue cómodo y elogió la labor de la Guardia Civil que también realiza misiones duras y no se queja. El secretario regional del sindicato policial CEP en Canarias, Agustín Brito, acusó ayer a Segura de crispar aún más los ánimos de los policías con sus desafortunadas declaraciones y criticó al Gobierno por incumplir las promesas electorales de mejoras económicas para los agentes.

Mientras tanto, los 299 inmigrantes asiáticos continúan aguardando en el puerto de Nuadibú a la espera de que se produzca su repatriación. La embajadora de la India en Mauritania ya se encuentra allí para acelerar su identificación, porque las autoridades de Nueva Delhi dicen haber comprobado que los nombres y direcciones de algunos de los ocupantes del buque negrero son falsos.

Ante esta situación, el Ejecutivo español se hará cargo de la identificación de aquellos sin papeles que no sean documentados por la India. En esos casos, el Ministerio del Interior se ocupará de buscar nuevos datos para aclarar su procedencia. Por tanto, el vuelo de repatriación que estaba previsto para el miércoles se retrasa de nuevo.

El buque Marine I atracará hoy en el puerto de Santa Cruz de Tenerife tras ser remolcado por Salvamento Marítimo desde Mauritania. Entre sus numerosas exigencias para desembarcar a los inmigrantes tras nueve días fondeados frente a sus costas, el Gobierno africano exigió a España que se llevase el buque de su puerto.