La autora, una de las más prolijas de Suecia, nació en Gotemburgo en 1927. Inició su andadura en el mundo de la escritura como periodista, en el diario local Göteborgs-Tidningen, GT, en el que pronto se especializó en asuntos policiales y marinos. Después, trabajó en los periódicos Vi Föräldra y Allt om Mat, antes de ser nombrada redactora jefe de la revista Allt i Hemmet (Todo en la casa).

Después, en 1974, le nombraron directora del suplemento Idag, del prestigioso rotativo Svenska Dagbladet. Fue en este medio donde cultivó sus dotes literarias, empezando a escribir toda clase de artículos sobre la mujer, haciendo gala de la retórica feminista que siempre defendió.

No publicó su primer libro hasta 1980, recién cumplidos los 53 años, en que publicó la novela Evas bok (El libro de Eva). A ésta le seguirían otras 16 obras más, antes de que su nombre alcanzara la dimensión merecida en la literatura internacional.

De fama comparable al autor de novelas policiacas Henning Mankell, se han vendido más de 17 millones de copias de las obras de Fredriksson en todo el mundo y se han traducido a unas 50 lenguas. Sus libros se caracterizan por la constante presencia de personajes femeninos dentro de un fondo religioso. La escritora examina las distintas emociones humanas, como el amor, la maldad, el miedo y la ira dentro de un trasfondo familiar.

Profundamente cristiana y religiosa, en los años 80 escribió, entre otras, Kains bok (El libro de Caín), Noreas saga (La saga de Norea) y Paradisets barn (Los niños del paraíso). En 1997 dio a luz una de sus obras más conocidas y polémicas, Enligt Maria Magdalena (Según María Magdalena), que suponía su particular versión del Evangelio.

Las obras más aplaudidas por la crítica son Anna, Hanna och Johanna (Las hijas de Anna), sobre tres generaciones de mujeres suecas de inicios de principios del siglo XIX, y Simon och ekarna (Simón y los robles), acerca de una niña judía de Gotemburgo durante la II Guerra Mundial. Ambos relatos serán llevados al celuloide próximamente. Otra de sus novelas, Aves migratorias, ha sido una de las más difundidas en España.

Su última obra, Ondskans leende (La cara de la maldad), fue publicada en Suecia el año pasado.

Miope, sin abandonar nunca sus características gafas de pasta y lentes gruesas, había logrado una envidiable simbiósis con sus innumerables lectores. Destacaba en ella su carácter afable y meditativo.

Desde su dormitorio, dominado por un amplio ventanal a través del que penetraba la inmensa luz solar, solía teclear en el ordenador las palabras que acababan conformando sus libros, mientras reposaba la mirada sobre las plantas del jardín o tomaba una pausa, entre cada pensamiento, aspirando el humo de los muchos cigarrillos que consumía a diario. Este hábito le perforó con el tiempo la voz, haciéndola ronca y cavernosa, generándole una muy peculiar e inconfundible risa entrecortada.

En una entrevista concedida poco antes de cumplir su 70 cumpleaños, afirmó que «cuando uno envejece», se da cuenta de que «hay muchos mundos en los que uno ha estado y de los que ha salido». Y añadía: «Los periódicos, me interesan muy poco ahora».

El público en general recibía con mayor entusiasmo las obras de Fredriksson, con cuyos libros se identificaban cientos de miles de lectores, que la crítica, muy dividida, coincidiendo, sin embargo, en que la comprensión de la debilidad del ser humano y la capacidad para conectar con el lector eran las mejores cualidades literarias de la autora.

Para el director de teatro sueco, Niklas Hjulström, Fredriksson era «brillante, una rápida pensadora, intelectual e intensa».

La actual redactora de Idag en el Svenska Dagbladet, Ann Lagerström, ha destacado que fue una pionera. «Abrió la puerta en la prensa diaria a temas nuevos y fustigó el debate público entorno al existencialismo. Tenía una habilidad excepcional de capturar eso que las personas arrastran y llevan consigo, algo que también caracterizó su literatura».

El escritor sueco Björn Ranelid, señaló que los críticos la asediaban con ataques infames y la equiparó a Astrid Lindgren, creadora de Pipi Calzaslargas.

La escritora ha sido también comparada en diversas facetas de su vida con su compatriota, la inolvidable actriz Greta Garbo. A Fredriksson no le interesaba demasiado el dinero, aunque entre sus aficiones destacaba su pasión por el arte.

Iba a cumplir 80 años en un mes. Su último proyecto literario, incipiente, versaba sobre el proceso creativo, ése en el que ella se había volcado a lo largo de su intensa y prolífica vida.

Marianne Fredriksson, escritora sueca, nació en Gotemburgo en 1927 y murió el 11 de febrero de 2007 en Estocolmo.