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| La justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera (Horacio) |
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| ESCAPADAS |
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| Refugio de inspiración |
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por VIRGINIA CASADO
¿Qué sería de Dalí sin el pequeño pueblo costero de Cadaqués? ¿Y qué decir del arte de Van Gogh si no hubiera pisado el pequeño pueblo de Arles situado en la Provenza francesa? Los artistas, así como sus obras, tienen un hilo invisible que les une a rincones geográficos, esos refugios con los que mantienen un vínculo especial a lo largo de toda su vida y, sobre todo, después de su muerte.El arte de Joan Miró también cuenta con un hogar pictórico en Cataluña. El pueblo de Mont-Roig quedará siempre en el recuerdo del pintor catalán como aquel lugar donde vivió los mejores veranos de su vida. Sin embargo, la influencia de este rincón de la Costa Dorada también derivó en una importante fuente de inspiración para muchas de sus obras más consagradas. Miró amaba las alfombras de formas geométricas hechas con virutas de colores vivos que, a finales de los sesenta, se hacían en el pueblo en honor a la Mare de Déu de la Roca. Esta tradición, recuperada por el pueblo en 1979, inculcó en el pintor un estilo que plasmó en la obra Plà de l'Os situada en La Rambla. Este fin de semana, el Centre Miró de Mont-Roig, fiel a la obra del pintor, ofrece la posibilidad de reproducir sus cuadros a la manera de aquellas tradicionales alfombras que le cautivaron.
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