Los vecinos de Les Corts no están dispuestos a consentir que el Barça financie la ampliación del Camp Nou con la construcción de pisos en los terrenos que actualmente ocupa el Mini Estadi.
Ayer, la plataforma Diagonal-Ponent -formada por las asociaciones vecinales de Sant Ramon, Avinguda de Xile, Les Corts, Camp Nou i Racó de les Corts- mostró su oposición frontal a la recalificación del segundo estadio del Barça para construir viviendas. Los vecinos piden que se mantenga el uso deportivo que el Plan General Metopolitano otorga al solar porque consideran que no hacerlo supondría un empeoramiento de la calidad de vida de los residentes en los edificios colindantes.
Los miembros de la plataforma quisieron dejar claro que están «a favor» de que el Barça mejore sus instalaciones. Aseguran que aceptan la construcción de nuevos palcos con capacidad para albergar a hasta 20.000 socios más. Mantienen que no se oponen a la instalación de locales comerciales en la parte baja del estadio -siempre que no sean de unas dimensiones desmesuradas-; e, incluso, respetan la decisión de demoler el Mini Estadi. Pero exigen que en su lugar se construya algún equipamiento relacionado con el mundo del deporte -como un centro de formación o una residencia para deportistas- u otro equipamiento público -un instituto, un centro sanitario...- Los vecinos consideran que esta opción debería ser «la primera que se pusiera sobre la mesa» teniendo en cuenta «la falta de suelo» que, en su opinión, sufre el distrito.
Uno de los aspectos que más ha molestado a las asociaciones vecinales que constituyen la plataforma es que la intención de la entidad azulgrana de recalificar el Mini Estadi se les haya escondido hasta hacerla pública. Los vecinos dicen estar «sorprendidos» porque en la reunión que mantuvieron el pasado 24 de enero con Anna Xicoy, directora general de la entidad azulgrana, y el directivo Joan Franquesa, para conocer el proyecto de remodelación del Camp Nou, no se mencionó esa fórmula de financiación.
«Nos explicaron que abrirían al barrio toda la zona del estadio, que quedaría ajardinada y sería para uso público, pero no que iban a especular con terrenos y levantar más pisos», precisó Pedro Alonso, uno de los portavoces vecinales.
Claro que no sólo la posible construcción de pisos «indigna» a los integrantes de plataforma, tampoco comparten la creación de más plazas de parking en los aledaños del Estadi que se plantea el Barça. Los vecinos recuerdan que, según un estudio de movilidad realizado por la entidad azulgrana y la Guàrdia Urbana, en los días de partido, se desplazan a la zona entre 25.000 y 27.000 automóviles, lo que significa que el 56% de los espectadores acude en transporte privado; y demandan una apuesta en firme por el transporte público.
Ahora los vecinos esperan que el alcalde sea sensible a sus peticiones.Ayer manifestaron que son conscientes de que Jordi Hereu ha optado por frenar las prisas recalificadoras del presidente azulgrana, Joan Laporta, pero también señalaron que temen que sólo se trate de una medida con fines electoralistas que caduque una vez celebrados los comicios. «Hasta que no pasen las elecciones no dirán nada.No se lanzarán a una operación suicida. Sólo esperamos que no se olviden de nosotros después», señaló Lleonard Ramírez, presidente de la asociación de vecinos Racó de les Corts.
Ramírez, que fue uno de los artífices de la frustración de Barça 2000, otra remodelación urbanística de la zona del Camp Nou que intentó el ex presidente José Luis Nuñez, indicó que el hecho de que, por aquél entonces, Hereu fuese concejal del distrito de Les Corts, es un motivo más para exigirle una mayor implicación con la causa.
No obstante, y pese a asegurar que sienten «inseguridad jurídica por las continuas recalificaciones que lleva a cabo el Ayuntamiento», los miembros de la plataforma no barajan la posibilidad de manifestarse.«De momento nos mantenemos a la expectativa y enseñándole los dientes al señor Laporta», dicen.