El concejal de Seguridad y Movilidad de Barcelona, Ferran Julián, reconoció ayer que fue «desafortunado» por su parte utilizar el término «ociosos» en el transcurso de un debate el jueves sobre las horas extraordinarias de la Guardia Urbana.
Julián rechazó la propuesta de la oposición (CiU y PP) de aumentar la plantilla de la Urbana ante el elevado número de horas extras que se hacen (450.000 en 2006), argumentando que en Barcelona se celebran numerosos actos y si se ampliara la plantilla para atender las puntas de trabajo, muchos agentes estarían «ociosos» durante parte de su jornada.
El concejal admitió ayer, en la presentación del nuevo uniforme de la Guardia Urbana, que no había utilizado el término más adecuado, aunque reiteró que «no hay que relacionar un aumento de la plantilla con los servicios extraordinarios».
En su intervención, Julián rechazó la posibilidad de aumentar la plantilla, al asegurar que «los servicios extraordinarios son coyunturales y no estructurales», ya que se dirigen a cubrir ciertos actos, como la cabalgata del Carnaval, fiestas mayores o actos festivos o cuando el FC Barcelona gana la Champions y quiere organizar una rúa.
«Es mejor trabajar con estas horas punta y estos servicios extraordinarios que no trabajar a través de una fórmula que podría generar agentes ociosos», señaló en declaraciones a los periodistas el concejal de Seguridad y Movilidad.
No es la primera vez que el edil socialista realiza unas declaraciones polémicas. El pasado 24 de enero, a raíz de todo el debate abierto en el Ayuntamiento de Barcelona sobre los métodos para hacer frente a las okupaciones, Julián se mostró a favor de dialogar con los okupas.
Sobre las palabras de Julián, el presidente del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, advirtió ayer de que la Guardia Urbana «no estará ociosa, sino que detendrán a más delincuentes y gamberros que nunca» si llega a ser alcalde de la capital catalana, tras las elecciones del próximo 27 de mayo, informa Europa Press.
El dirigente popular se refirió de esta manera a las declaraciones del concejal de Seguridad y Movilidad, el socialista Ferran Julián, que luego rectificaba, en las que se aseguraba que no era necesario incrementar la plantilla de la Urbana para servicios extraordinarios porque sino habría agentes «ociosos».
Fernández Díaz calificó de «frívolas» e «irresponsables» las palabras de Julián y defendió la necesidad de aumentar la plantilla de la Guardia Urbana «para afrontar el incremento del número de infracciones de las ordenanzas y de la delincuencia» y las horas extra que realizan los agentes.
Según el PP, entre los años 2003 y 2005, con el actual alcalde Jordi Hereu de concejal de Seguridad y Movilidad, la plantilla de la Guardia Urbana se congeló en 2.484 agentes, «perdiendo incluso nueve agentes en primera actividad». En cambio, «los vigilantes de las zonas azules y el área verde han aumentado en 224 efectivos», añadió.