Sábado, 17 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6271.
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La justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera (Horacio)
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ASI LO CUENTAN
No interesa, y las víctimas son amorales
VICTOR DE LA SERNA

Los rostros, los gestos, las voces en vivo y en directo: tras las dos primeras jornadas del juicio del 11-M, ése es el impacto informativo más poderoso. Tres años de sombras, de sumergirse en agujeros negros y recoger piedrecitas de Pulgarcito, y ahora empezamos a salir de lo abstracto. Ahí estaba ayer ese Jamal Zougam, único inculpado por Del Olmo como autor material, con su buen castellano. Y sus negativas. Todos los hasta ahora fanáticos islamistas niegan serlo. El autosacrificio ritual, proclamando su fidelidad al profeta y su repudio de Occidente, será para los juicios del 11-S, no del 11-M...

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Los editoriales de los principales periódicos continuaban ayer a vueltas con los explosivos. El País seguía despreciando el DNT: «Los datos sobre esa composición no cuestionan lo establecido en la instrucción sumarial de que fue Goma 2 Eco, procedente de la mina asturiana Conchita, lo que estalló en los trenes y en los otros escenarios de actuación terrorista». El fluctuante ABC, en cambio, ya no está tan seguro sobre esa Goma 2 Eco: «La aparición de nuevos rastros de explosivo ha podido empañar este arranque de la vista oral. También ha sido motivo, sin duda, para juzgar críticamente la instrucción sumarial, pero aun así lo importante es que también este capítulo esencial del atentado -los explosivos empleados- será aclarado por los peritos, en juicio oral y ante el tribunal sentenciador». ¿Ah, sí?

El País encontró, eso sí, a los malos de la película en la primera jornada: la gran mayoría de las víctimas del terrorismo. Como suena: es «procesalmente anómalo y moralmente escandaloso que dos de las acusaciones que ejercen la acción popular en representación de las víctimas -no la Asociación 11-M Afectados de Terrorismo- compartan estrategia con las defensas para debilitar los indicios de prueba acumulados por la instrucción contra quienes se sientan en el banquillo de los acusados. (...) Parece que buscan dar verosimilitud a las teorías conspiratorias empeñadas en buscar unos supuestos 'autores intelectuales' (o verdaderos culpables) diferentes de los que figuran en los casi 100.000 folios de la instrucción».

Pero como el 11-M fue una tragedia, no fue una noticia. A tan notable conclusión llega Soledad Gallego-Díaz en El País: «El 11-M no fue interesante y resulta ofensivo que algunos periodistas y políticos lo miren con esa mirada de dividendo». Tupido velo, mirada de reojo hacia el poco interesante juicio y a aceptar el veredicto con resignación democrática: toda la doctrina Prisa, resumida en una frase.

Curioso: La Razón no opina, pero sí, en sus páginas, Enrique López, portavoz del CGPJ, que reflexiona sobre esta hora de la verdad: «Coartadas morales, las mínimas, Madrid e Irak están muy lejos y deben seguir estándolo».

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