Esas líneas maestras serían: el blindaje de Navarra en su concepción constitucional; ninguna medida de gracia penitenciaria para De Juana Chaos, y tolerancia cero hacia Batasuna y su entorno, a fin de impedir que el brazo político de ETA se presente a las elecciones como PCTV o cualquier otra marca paraguas.

Rajoy participó en una reunión del Comité Ejecutivo regional del PP valenciano, donde presentó ese análisis sobre la viabilidad del Pacto por las Libertades.

El presidente nacional del PP reclamó «compromisos concretos» al Gobierno y al Partido Socialista, al objeto de que la restitución de la unidad de los demócratas frente a ETA no quede en agua de borrajas.

«Si hay verdadera voluntad de hacer una política antiterrorista conjunta es necesario», advirtió, «hablar de temas concretos, y dejar de un lado las ambigüedades y grandilocuencias sobre la paz y el diálogo».

El punto primero de este test de garantías pasaría por la marginación de Batasuna. «Yo le exijo al Gobierno que busque argumentos para llevar ante los jueces las candidaturas que Batasuna va a intentar presentar», dijo.