El Gobierno aprobó ayer un acuerdo que establece el procedimiento de autorización de entrada y residencia de extranjeros en cuya actividad profesional concurran razones de interés económico, social o laboral o relativas a la realización de trabajos de investigación y desarrollo que requieran alta cualificación.
El objetivo del acuerdo, propuesto por el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, es «facilitar» un instrumento que haga compatible el respeto a los requisitos establecidos para la entrada, residencia y trabajo de extranjeros en España con la internacionalización de nuestra economía, a través de la presencia de trabajadores extranjeros. Podrán acogerse a este procedimiento los empleadores que requieran la incorporación de trabajadores extranjeros no comunitarios para ocupar puestos directivos o altamente cualificados de empresas, o empleadores que desarrollen actividades que supongan la realización de inversiones o creación de puestos de trabajo en España.
También son objeto de esta regulación los técnicos y científicos altamente cualificados, contratados por las Administraciones, y aquellos que vengan a desarrollar trabajos de investigación a centros científicos privados. Asimismo se ven afectados los profesores extranjeros contratados por una universidad.
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