NANDO GARCIA
BARCELONA.-
Se calcula que en España se llevan a cabo cada año entre 300.000 y 400.000 operaciones de cirugía estética. Desde 1989 se ha registrado una docena de muertes por esta causa, lo que da un porcentaje mínimo estadísticamente hablando. Por eso se han encendido las alarmas en Cataluña después de que dos pacientes, de 33 y 44 años, hayan perdido la vida en menos de una semana y, por si fuera poco, en la misma clínica, el Hospital Evangélico de Barcelona.
El Departamento de Salud de la Generalitat ha decidido clausurar de forma cautelar los dos quirófanos de este centro, situado en la calle Camelias de la capital catalana, tras los dos fallecimientos, que se produjeron el lunes y el jueves. No obstante, Salud asegura que los primeros datos de las investigaciones realizadas apuntan a que no se produjo negligencia. El director de Recursos Sanitarios del Departamento, Rafael Manzanera, explicó ayer que «no se detecta ningún problema relevante y de magnitud que merezca ser mencionado, ya que la disposición asistencial es correcta y en ningún caso estas operaciones están exentas de riesgo». Manzanera, que eludió dar detalles acerca del historial clínico y las circunstancias exactas de la muerte de las dos mujeres, explicó que habrá que esperar a que los inspectores de Salud elaboren el informe definitivo para pronunciarse sobre «si existe un vínculo común entre los dos casos» y sobre si se aplicaron los procedimientos quirúrgicos de forma correcta.
El primero de los fallecimientos se produjo el pasado lunes cuando Lina Andrea R. G., de Castellón y de 33 años de edad, perdió la vida a consecuencia de un tromboembolismo masivo tras someterse a una operación para levantarse los pechos y reducir grasa del abdomen. La joven sufría una dolencia que agravaba los riesgos de cualquier intervención quirúrgica.
En el segundo caso, la paciente tenía 44 años y fue operada el martes de una abdominoplastia. La mujer falleció el jueves tras ser dada de alta y cuando se disponía a salir del centro médico. Los esfuerzos del personal del hospital fueron en vano y acabó muriendo por un tromboembolismo pulmonar.
Fuentes de la investigación explicaron ayer que los juzgados de Barcelona sólo estudian la primera de las muertes, ya que el segundo de los casos no fue comunicado al juez de guardia, por lo que por el momento no se ha ordenado la autopsia del cadáver. Fuentes judiciales señalaron ayer que sólo se podrían abrir diligencias si la familia de la fallecida presentara una denuncia. El titular del Juzgado de Instrucción número 14 de Barcelona sí está investigando la muerte de Lina Andrea R. G.
El Hospital Evangélico descartó ayer la presencia de «ningún tipo de negligencia o mala praxis médica» como causa de los dos episodios mortales. Según la dirección, «las primeras indagaciones efectuadas y las autopsias de las pacientes revelan que no existe una vinculación aparente entre ambos casos y no hay ningún tipo de negligencia o mala praxis médica».
En un comunicado, la clínica argumentó que las investigaciones por los casos no han concluido, por lo que espera emitir una información definitiva. El centro quiso aclarar que las citadas intervenciones fueron practicadas en sus instalaciones por cirujanos externos a la plantilla laboral de la clínica y que «se llevaron a cabo de acuerdo con los mismos protocolos preoperatorios y posoperatorios que se aplican y que se han aplicado siempre en este tipo de actos quirúrgicos».
«Riesgos inevitables»
A su vez, el comunicado insistía en que «todas las intervenciones quirúrgicas comportan unos riesgos inevitables que nunca cabe menospreciar». No obstante, el «carácter extraordinario de la situación ha determinado que se hayan iniciado las correspondientes investigaciones para esclarecer las circunstancias y las posibles causas de estos hechos». El director médico del hospital, Samuel Fabra, es miembro destacado de la Iglesia Evangélica, de confesión protestante, en Barcelona.
La asociación Defensor del Paciente pidió ayer a la Fiscalía que abra una investigación debido a las repetidas reclamaciones que este centro acumula por malos resultados en intervenciones de cirugía estética. En una carta, solicita que se indaguen los medios de que dispone la clínica, así como la cualificación de los profesionales que intervinieron en las operaciones de cirugía que han desembocado en las dos muertes. La asociación recuerda en su escrito que la Clínica Evangélica es de los centros de Barcelona que más reclamaciones acumula por malos resultados en intervenciones de cirugía estética.
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