PARIS.-
Ayer, Estados Unidos rechazó la petición del parlamentario suizo Dick Marty, encargado por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa de investigar los vuelos secretos de la CIA, de visitar la base militar de Guantánamo (Cuba) para hablar con presos, informó la organización paneuropea, independiente de las instituciones comunitarias de la UE. Marty había formulado en octubre de 2006 esa demanda de visitar el centro de detención acompañado del relator especial de la ONU sobre la tortura, Manfred Nowak.
«Si no puedo hablar libremente con los detenidos, como me parece que da a entender la respuesta estadounidense, esa visita será inútil», declaró en un comunicado el parlamentario suizo, quien se mostró «contrario al turismo parlamentario a cargo del contribuyente». Marty dijo además estar «decepcionado por el rechazo de Estados Unidos», país que tiene estatuto de observador en el Consejo de Europa, pero añadió que su investigación sobre los vuelos de la CIA «continúa», informa Efe.
Los mencionados vuelos se refieren a las detenciones secretas de sospechosos terroristas por parte de los servicios secretos estadounidenses y a su posterior traslado a terceros países, donde eran encarcelados y torturados. El pasado miércoles, el Parlamento de la Unión Europea aprobó por una mayoría de más de un centenar de votos un informe que denuncia los abusos de la Inteligencia del país norteamericano en la lucha antiterrorista considerando como «inverosímil» que ciertos gobiernos europeos no estuviesen al tanto de lo que ocurría en sus territorios.
Polémica paneuropea
La polémica está involucrando prácticamente a todos los países europeos. Varias ONG incluso acusan a algunos gobiernos, como los de Polonia y Rumanía, de haber mantenido cárceles secretas en su territorio.
Ayer el ministro portugués de Asuntos Exteriores, Luis Amado, aseguró que, mientras no haya pruebas de actividades ilegales en su país sobre los vuelos de la CIA, tiene la «obligación de poner la mano en el fuego» por los anteriores gobiernos. El ministro afirmó que no es su responsabilidad fiscalizar a los anteriores ejecutivos y que, en caso de que hubiese detectado alguna ilegalidad, la habría comunicado a la Fiscalía.
Amado se mostró satisfecho con la versión final del informe del Parlamento Europeo, pero subrayó que el documento sólo apunta «sospechas e indicios» y no evidencia que se produjese en territorio portugués alguna ilegalidad en el «transporte ilegal y tortura de prisioneros».
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