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La justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera (Horacio) |
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Impresiones |
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Dos muertes que deben ser aclaradas |
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Dos mujeres han fallecido esta semana en la misma clínica barcelonesa después de someterse a sendas operaciones de cirugía estética. No fueron operadas en el mismo quirófano ni por el mismo médico ni fueron tratadas por el mismo equipo anestesista. Sin embargo, en los dos casos el fallecimiento sobrevino por problemas de coagulación. La primera, de 33 años, murió el lunes víctima de un tromboembolismo masivo. La segunda, de 44 años, lo hizo víctima de un tromboembolismo pulmonar. Pese a que en ambos casos coincide la causa de fallecimiento, la Consejería de Salud de la Generalitat se apresuró ayer a negar que haya cualquier indicio de mala praxis en la actuación de la clínica y recordó que todas las intervenciones quirúrgicas comportan un riesgo. La Consejería se ha limitado a cerrar de forma cautelar los dos quirófanos donde fueron operadas las fallecidas. Habiendo como hay una casualidad tan flagrante sobre la mesa, esta actitud se antoja demasiado laxa. El Defensor del Paciente pidió ayer a la Fiscalía que abra una investigación sobre estas muertes y advirtió que la clínica es una de las que más reclamaciones ha recibido. Sin embargo, y más allá de los detalles del caso, el Estado debe extremar el control sobre los centros donde se llevan a cabo este tipo de operaciones, hechas en ocasiones en condiciones paupérrimas y por personas sin los permisos y la cualificación necesarias.
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