El presidente de la Generalitat, José Montilla, cargó ayer con dureza contra el PP, al que acusó de tener «delirios autoritarios» y de querer «controlar el poder judicial», y también contra los nacionalistas de CiU, de quien dijo que «hacen el juego» a los populares porque «no acaban de encontrar su papel en la oposición».
En el Consell Nacional del PSC celebrado ayer, al que no asistió el presidente del partido, Pasqual Maragall, pese a haber regresado ya de un largo viaje de dos meses a Argentina, el primer secretario de los socialistas catalanes denunció que el PP «quiere ejercer de poder legislativo, ejecutivo y judicial, para que todo se pliegue a sus intereses».
Para Montilla, el PP ha adoptado una «estrategia destructiva» cuyo «objetivo fundamental» es el Gobierno de Rodríguez Zapatero y que, para ello, no le importa utilizar «ambigüedades y mentiras sin ninguna prueba judicial que lo sustenta» sobre las investigaciones de los atentados del 11-M. «Ahora ha comenzado el juicio, con un voluminoso, detallado y esmerado sumario que no deja en pie ninguna de las fantasiosas hipótesis que los grupos mediáticos afines al PP han intentado divulgar», añadió.
El líder del PSC considera «sorprendente» que todavía el 30% de los ciudadanos crean en la implicación de ETA en los atentados de Madrid, «cuando no existe ninguna prueba o argumento judicial que lo sustente». «Han repetido sus mentiras, han jugado con la ambigüedad e, incluso, han denigrado a la asociación de víctimas, y todo con el objetivo de exculpar la vergonzosa actuación del Gobierno de José María Aznar, que también era el de Rajoy, las horas y días posteriores al peor atentado que nunca haya vivido España», proclamó Montilla.
En su opinión, los populares son «incapaces de alcanzar consensos con otras fuerzas políticas» y, por ello, intentan «instrumentalizar el poder judicial». El presidente de la Generalitat afirmó que en relación con el 11-M, la lucha contra ETA o el nuevo Estatut, el PP «siempre somete al poder judicial a una presión permanente» y que encuentra toda la comprensión en CiU, que aprovecha la situación para «cargar» contra el Govern tripartito.
Montilla consideró que CiU «hace el juego a los intereses políticos del PP» porque «no acaba de encontrar su papel de oposición» e instó a la federación nacionalista a «evitar el ridículo».«Mas dice una cosa y Duran, otra», ejemplificó el president por las divergencias surgidas en los dos líderes de CiU sobre la oportunidad de que la Generalitar recuse al magistrado del Tribunal Constitucional Jorge Rodrígez Zapata. Duran respalda la recusión y Mas se opone.
Precisamente Duran, replicó a Montilla que es el Govern «el que no acaba de encontrar el camino», vivir en la «desorientación» y ser incapaz de «proyectar confianza en la gente».