Pero desde la comunidad subsahariana, algunas inmigrantes que trabajan como mediadoras han detectado que algunas mujeres han empezado a mostrarse partidarias de evitar esta práctica mutiladora, aunque los hombres más conservadores deciden ir a buscar a sus esposas a los poblados más recónditos para evitar que las mujeres conozcan que cada vez hay más detractores de esta práctica.

Una de sus responsables de la asociación, la psicóloga Cristina Antona, destaca la importancia de poder trabajar la concienciación sobre el daño irreversible no sólo físico, sino también psíquico en las niñas mutiladas, con los países de origen allí donde se realiza esta práctica. Por este motivo e-kre-@ está en contacto con asociaciones que trabajan en esta línea en Senegal y Gambia, los países de origen de la gran mayoría de los subsaharianos que viven en Cataluña.

Esta asociación dispone de un material muy completo y didáctico dirigido a estos inmigrantes, De Vacaciones a ver a la familia, está en cinco idiomas: mandinga, sarahule, pular, catalán y castellano con el se les ofrecen consejos antes de emprender un viaje a su país como la documentación que hay que llevar, las vacunas necesarias y también se les explica el aparato genital femenino, qué tipo de mutilaciones existen y las consecuencias que tienen para sus víctimas.