Ayer, los violentos volvieron a demostrar con su actuación de Amorebieta el alto nivel organizativo y operacional que la kale borroka ha adquirido en las últimas fechas. Así, ejecutaron un plan perfectamente estudiado y, al igual que ocurriera en Getxo el pasado jueves, iniciaron su operación cruzando dos contenedores en la calzada a los que prendieron fuego para asegurar su posterior huida.

No obstante, el ataque no tuvo la magnitud del registrado la madrugada del pasado domingo en Pamplona, donde una treintena de encapuchados tardó cinco minutos en lanzar 15 cócteles molotov contra el Ayuntamiento y cuatro sucursales bancarias, en un acto perfectamente estudiado y realizado por los radicales con una gran coordinación. Fue en ese momento cuando las Fuerzas de Seguridad del Estado se percataron del gran nivel organizativo que estaba alcanzando de nuevo la kale borroka y recordaron tiempos no muy lejanos en que los radicales actuaban con mucha virulencia y perfectamente organizados y jerarquizados.

En esta ocasión, los incidentes comenzaron a la 1.20 horas de la madrugada de ayer en la calle de Txiki Otaegi de Amorebieta. Después de cubrir su retirada con la quema de los contenedores, los encapuchados se cebaron con una sucursal bancaria del BBK emplazada en la misma calle. El lanzamiento de cócteles molotov y gasolina provocó la quema del cajero instalado a la entrada de la oficina, así como diversos daños en las puertas y el techo de la entrada a la sucursal.

Inmediatamente después, los violentos rociaron con líquido inflamable una cabina telefónica ubicada en la misma calle y sobre la cual también arrojaron varios cócteles. Sin embargo, el habitáculo no prendió y no hubo que lamentar mayores daños, según informó la Ertzaintza.

Por último, el grupo de encapuchados se desplazó al apeadero de Eusko Tren de la cercana calle de San Pedro. Una vez en el lugar, introdujeron gasolina en el puesto de mando y en una máquina expendedora de billetes y arrojaron varios artefactos incendiarios, lo que generó desperfectos de diversa gravedad en el mobiliario.

La operación, en la que los alborotadores emplearon apenas cinco minutos, hizo necesario el desplazamiento de varias dotaciones de bomberos al castigado barrio de Amorebieta para sofocar los diversos incendios. Afortunadamente, los incidentes no alcanzaron mayor magnitud y no hubo que desalojar a ningún vecino residente en la zona.

Un hecho del que se congratuló ayer el alcalde de la localidad, el peneuvista David Latxaga, que condenó «de forma rotunda» los «sabotajes» perpetrados en su localidad. El primer edil de Amorebieta afirmó que estas acciones son «actos de vandalismo puro y duro» que «no aportan nada» y «sólo entorpecen el camino de la paz y de la convivencia», informa Efe.

En declaraciones a esta agencia, el primer edil se preguntó: «¿Qué aportan» estos incidentes «a Euskadi, al proceso de paz o a cualquier reivindicación» de la izquierda abertzale. En su lugar, manifestó que «sólo entorpecen un camino de paz y un camino de convivencia, que es lo que creo que anhela la mayor parte de la sociedad vasca».

El alcalde destacó que «por suerte» estas acciones no han causado daños a terceros, si bien aclaró que han ocasionado una cierta «alarma» entre algunos vecinos que estaban «tranquilamente durmiendo» y que se han despertado y han llamado a la Policía Municipal.

También lamentó que estos ataques se hayan saldado con daños materiales en bienes del Ayuntamiento, la BBK y la compañía ferroviaria Eusko Tren, que finalmente «tendrán que sufragar ciudadanos de Euskadi».

De nuevo, la rápida actuación de los radicales evitó que las fuerzas de seguridad pudieran practicar alguna detención.

Por otra parte, varios encapuchados incendiaron dos vehículos de Telefónica y otros dos particulares en San Sebastián. El ataque se produjo sobre las 17.30 horas en el aparcamiento de la plaza de Pío XII, en el barrio de Amara de la capital guipuzcoana. Tampoco hubo detenidos.

Finalmente, un grupo de desconocidos arrojaron anoche cócteles molotov contra la subdelegación del Gobierno central en Vitoria. Al parecer, sólo se produjeron pequeños daños en la fachada del edificio. El ataque se produjo hacia las 23.30 horas.

Con éstos ya son siete los actos de kale borroka en el País Vasco en esta semana, después que el pasado jueves se registraran hasta cuatro acciones violentas.

La actuación más espectacular de los radicales violentos tuvo lugar en la localidad vizcaína de Getxo, donde dos jóvenes con la cara cubierta prendieron fuego a dos furgonetas de Telefónica a plena luz del día después de haber cruzado dos contenedores en la calzada y prenderles fuego para cubrir su huida.