CEAR explicaba en un comunicado que ha localizado a las 35 personas que fueron trasladadas desde el puerto de Nuadibú a la capital de Cabo Verde, Praia, en una comisaría de Policía, «donde las autoridades no han permitido que sean visitados por un abogado» de esta comisión.

«CEAR teme que estos ciudadanos subsaharianos vayan a ser devueltos a Guinea Conakry en las próximas horas, según un acuerdo firmado por España, Mauritania y Guinea» durante la gestión del desembarco de los 369 inmigrantes que viajaban en el Marine I, añadía el comunicado.

En este sentido, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado estima que si se produjera este traslado, el Gobierno español tendría «una corresponsabilidad en la devolución a Guinea de estos 35 ciudadanos» que vulneraría el Convenio Europeo de Derechos Humanos que establece que ninguna persona puede ser devuelta a un país donde corra riesgo de ser sometida a tratos inhumanos.

Guinea Conakry vive una escalada de violencia desde el pasado 10 de enero, cuando los sindicatos y otras organizaciones sociales convocaron una huelga general y manifestaciones de protesta para exigir un nuevo plan económico que saque al país de la crisis que atraviesa desde hace varios años.

De los 369 inmigrantes que viajaban en el Marine I, 35 fueron enviados a Las Palmas para completar su identificación, otros 35 fueron repatriados a Cabo Verde y el resto, 299, permanecen en Mauritania.

Por otra parte, la Media Luna Roja mauritana desmintió, como habían informado algunos medios de comunicación, que haya dejado de prestar asistencia a los inmigrantes que iban a bordo del Marine I y que permanecen en Nuadibú (Mauritania), después de que parte de ellos hayan sido enviados a Canarias y otra parte, a Cabo Verde.

Hacinados

En declaraciones a la agencia panafricana APA, el representante de la Media Luna Roja en Nuadibú, Ahmedou Ould Haye, aseguró que el organismo «no cesará nunca en su asistencia humanitaria a estas personas». No obstante, reclamó que los inmigrantes que, se cree, son de nacionalidad india, «sean trasladados a un lugar salubre y en buenas condiciones higiénicas».

Según este responsable, los 299 inmigrantes que permanecen en Nuadibú se encuentran desde el lunes hacinados en un hangar del puerto con la poca ropa que les han regalado. Los aseos del hangar, agregó, «están atascados, el techo, agujereado y hay un olor insoportable que se propaga por todo el lugar».

Además, dijo que la embajadora de la India en Mauritania, Parbati Sen Vyas, que llegó ayer a Nuadibú, sólo ha identificado a una docena de ellos.