LA CORUÑA. - La carga de fertilizantes del buque holandés Ostedijk sufrió la pasada madrugada cerca de la costa de La Coruña una «reacción química» que obligó a detener los motores y a emitir una llamada de auxilio a la que acudió el remolcador Don Inda del Ministerio de Fomento para alejar el barco de la costa.
Fuentes de Salvamento Marítimo explicaron inicialmente que la carga del buque comenzó a arder en la madrugada del viernes al sábado a 35 millas al noroeste de cabo Vilán (La Coruña), por lo que el buque emitió a las 2.30 horas una llamada de auxilio a Salvamento Marítimo, a la que acudieron el remolcador Don Inda, el helicóptero Helimer Galicia y el remolcador Ibaizábal I.
Así, el carguero fue trasladado mar adentro hasta 14 millas al noroeste de la ciudad de La Coruña, donde quedó fondeado.
Anoche, el delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras, confirmó, en declaraciones a Radio Nacional, que el buque continuará su marcha hacia Valencia. «Lo ha solicitado el capitán y el armador. Tras consultar con expertos químicos y técnicos de Marina Mercante, se ha decidido permitir que navegue hasta su destino», dijo.
El buque holandés, de 140 metros de eslora y con 12 tripulantes a bordo, transporta 6.000 toneladas de fertilizantes desde Porsgrunn (Noruega) hacia Valencia. Según fuentes de Salvamento Marítimo, la carga almacenada «a granel» es un fertilizante de tipo NPK, que a altas temperaturas puede sufrir reacciones químicas y desprender «gases tóxicos en las proximidades del foco».
La Xunta de Galicia mantuvo activo ayer el Centro de Cooperación Operativa de Emergencias (CECOP), órgano de dirección del plan de contingencias por contaminación marina, del que participan las consejerías de Presidencia, Pesca, Medio Ambiente y Política Territorial.
Horas antes, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, había apuntado que todos los mecanismos para minimizar los riesgos del carguero holandés estaban activados.
La responsabilidad directa del operativo recayó en el delegado del Gobierno, la Capitanía Marítima de La Coruña y, por parte de la Xunta, se constituyó el citado CECOP bajo la coordinación del titular de Presidencia, José Luis Méndez.
Desde Ginebra, donde estaba de viaje oficial, el alcalde de La Coruña, Javier Losada, expresó su «preocupación» e «intranquilidad» por el riesgo que pudiera suponer el buque holandés Ostedijk, aunque afirmó que todo parecía «controlado».
En declaraciones a Efe, el director de Relaciones Institucionales y Comunicación del Ministerio de Fomento, José María Noguerol, aseguró que en el buque holandés no se había declarado ningún incendio ni se había producido una emisión de gases tóxicos. «El barco no está ardiendo ni hay emanaciones de ningún gas tóxico ni nada que se le parezca. La tripulación está a bordo y no se descarta que [el buque] continúe su curso» -como finalmente se decidió-, una vez identificado y resuelto el problema, dijo Noguerol.
Según explicó, el motivo de la llamada de auxilio emitida la pasada madrugada desde el Ostedijk cerca de la costa de La Coruña fue una parada de los motores causada por una «reacción química» de la carga, que se produjo en la bodega situada junto a la sala de máquinas.
En la tarde de ayer, el delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras, dio una rueda de prensa en la que ya subrayaba que el barco, de bandera holandesa, no iba a suponer «ningún riesgo ni para las personas ni para el medio ambiente» y que tampoco tenía «problemas de estructura», por lo que a esas horas ya se contemplaba la posibilidad de que siguiera «su ruta» hacia Valencia.
Ameijeiras hizo una «llamada a la tranquilidad» de los ciudadanos y aseveró que la situación estaba «técnicamente controlada». Señaló que una cámara de infrarrojos había permitido comprobar el estado de estos fertilizantes, que se encuentran «a una temperatura de unos 200 grados centígrados», aunque afirmó que estaba «absolutamente descartado» que se produjese «ni una combustión ni una ignición» en el mercante, que hubiese afectado a la carga.