El Supremo lleva adelante un proceso penal por los supuestos nexos que tuvieron al menos nueve congresistas con las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), una organización armada ilegal de ultraderecha, a la que se le atribuyen actos terroristas, centenares de matanzas y millares de muertos. De los nueve implicados, uno, el congresista Jorge Luis Caballero, se encuentra prófugo.

Contra él ayer se expidió por la Interpol una Circular Roja (orden) a 186 países para localizarlo y capturarlo, a petición de las autoridades colombianas. El mandatario, al hablar en un consejo comunal en la población de Melgar, 90 kilómetros al sureste de Bogotá, afirmó que el país, «por razones de imagen, no puede condenar a los inocentes, a quienes lo han hecho bien desde el punto de la moral, la ética y la eficiencia en el servicio».

Araújo, manifestó Uribe, «sé que tendrá que hacer el esfuerzo de explicar estas cosas y las explicará bien y tengo la confianza que el mundo acompañará más nuestra franqueza, el reconocimiento de nuestra tragedia, que simplemente una acción para salvar apariencias». El Gobierno «respeta la independencia de la Justicia para que actúe en contra de personas» que han sido cercanas a su administración, afirmó Uribe.

«En 2002 el grupo político del senador Araújo no me acompañó, estaba con otra candidatura», recordó el mandatario, para anotar que «como la verdad hay que decirla completa, el doctor Dieb Maloof, hoy en la cárcel, sí me acompañó en 2002». Maloof es investigado por la misma causa por el Supremo. A la detención del senador Araújo se sumó la petición de la Corte Suprema de Justicia a la Fiscalía, para que investigue al padre de la canciller, el ex ministro y ex senador Alvaro Araújo Noguera, por presuntos nexos con grupos paramilitares y su presunta participación en un secuestro.