España se queda pequeña. Y su idioma, el castellano, también, al menos para el BBVA. El banco presidido por Francisco González inició al compás del nuevo siglo una estrategia de expansión internacional que ya no tiene vuelta atrás. En 2000 compró Bancomer para liderar el mercado mexicano y hace dos años y medio cruzó Río Grande para hacer negocios con los hispanos que viven en la franja sur de Estados Unidos.
Sus ojeadores en la zona no tardaron en darse cuenta de que hablar castellano con acento mexicano era más que rentable, pero que no venía mal hablar en inglés sureño para hacerse un hueco en el atractivo mercado bancario de Cinturón Dorado, esa franja del sur de Estados Unidos que aglutina una población de 101 millones de habitantes.
La aventura americana del BBVA comenzó hace dos años y medio y esta misma semana ha marcado un hito histórico, con la compra de Compass Bancshares, un banco de tamaño medio que en España sería comparable a Bankinter o al Banco Pastor. En paralelo, el banco puso en marcha a finales de 2005 el Plan Asia, un programa a medio y largo plazo para tomar posiciones en uno de los mercados emergentes más prometedores del planeta. A finales de 2006, unos 150 profesionales del banco estaban destinados en esta zona, aprendiendo a marchas forzadas el tercer idioma del grupo, el chino.
El nuevo BBVA que proyecta González, con su incansable consejero delegado Juan Ignacio Goirigolzarri, dibuja un banco que entrará en la siguiente década con tres patas geográficas principales: Europa, América y Asia. Cada una de ellas aportará un tercio de los beneficios netos y de los activos del banco, pero esto es sólo una meta. Y es que tras la compra de Compass, por 7.401 millones de euros, el 50% del beneficio, de los activos y de los depósitos gestionados por el BBVA procede del continente americano. La joya seguirá siendo México, que representa el 31% del total, pero EEUU gana peso a toda velocidad.
Con las 417 sucursales que aportará Compass al grupo, BBVA USA contará con 622 oficinas en siete estados del país (Texas, Alabama, Arizona, Florida, Colorado, Nuevo México y California). Su negocio pasará a pesar un 10% en el total del beneficio del grupo, frente al 1% actual, gracias a que el BBVA es ya el banco número 19 de EEUU, y el primero no estadounidense que opera en la zona, gestionando créditos por valor de 32.000 millones de dólares y con activos de 47.000 millones de dólares.
Pero claro, mientras España va perdiendo peso (representa actualmente el 33% del grupo en lo referente a banca minorista) y América representa un 50%, Asia por ahora es sólo un proyecto, y a largo plazo, pero el banco quiere que en 10 años represente un tercio del negocio total del grupo.
Los cimientos han comenzado a forjarse con el Plan Asia y la compra del 5% de China Citic Bank, por 501 millones de euros, en una operación cerrada en noviembre de 2006. El BBVA también cuenta con una opción para comprar un 4,9% adicional y ha firmado una alianza con Citic Group para atacar el mercado de la banca minorista y corporativa en el mercado chino, especialmente de la pujante capital financiera, Shanghai, y en su rival, Hong Kong. Según Francisco González, el banco aprovechará su posición de liderazgo en América Latina para participar en los crecientes flujos de inversión entre esta zona y Asia.
Pero la aventura asiática va piano piano (aún no se refleja en las cuentas del banco) como reconocen fuentes de la entidad, que sin embargo destacan que el BBVA es el primer banco español que ha desembarcado en China y que el crecimiento económico de la zona y su cada vez más pujante clase media harán que este mercado se desarrolle a mayor velocidad, lo que redundará en las cuentas del grupo a partir de 2010.
Pero qué pasa con Europa, porque España pierde peso, al ser un mercado natural de bajo crecimiento aunque de gran consistencia, pero el BBVA carga con la asignatura pendiente de pisar fuerte en el Viejo Continente. Máxime cuando su gran rival, el Santander, dio su gran golpe de mano con la compra del inglés Abbey. González dijo el viernes que no haber realizado una gran compra en Europa «no es un lunar para el BBVA» y confirmó que tarde o temprano «no les quepa duda de que tocará» y el banco realizará una gran compra en el Viejo Continente, donde la espina clavada sigue siendo la frustrada compra de la italiana Banca Nationale di Lavoro (BNL). Pero también afirmó que habrá que buscar la oportunidad, al igual que en Latinoamérica, donde no todo está conseguido y el banco podría realizar nuevas adquisiciones, si éstas aportan valor, afirmó el presidente.
