IVAN TUBAU
José Montilla, a diferencia de Pasqual Maragall o Jordi Pujol y a semejanza de Stalin o Rodolfo Martín Villa, no ha sido en su vida otra cosa que político. No tiene ideología pero tiene una idea: alcanzar el poder y conservarlo. Ernest Maragall no parece un soñador como su hermano Pasqual ni una máquina fría como su jefe, Pepe. Ernest, dicen, fue un buen político entre bastidores y se le ha premiado sacándole a escena. Ahí intenta ser un actor sensato, pero el jefe se lo pone difícil. Pepe está en la presidencia gracias a Carod y Saura. Eso implica un peaje muy caro, que ya llevó a la ruina política a su antecesor, Pasqual.
Ernest dijo que la tercera hora de castellano les vendría bien a los niños de Olot, que sólo saben catalán. Pepe, advertido sin duda por Carod, filólogo como Xavier Pericay y el arriba firmante, impuso a Ernest meterse la sensatez donde le cupiera.El hombre empezó a sudar. El pasado miércoles, acosado por mi compañero Daniel G. Sastre, dijo que «en algunas zonas no hace falta inmersión lingüística». Los filólogos fanáticos (FF) de ERC y los fanáticos a secas de CiU aullaron. Pepe volvió a reprender a Ernest, ordenándole que se metiera las lenguas -la propia, la impropia y sobre todo la suya propia- donde había metido la sensatez.
Daniel no logró, sin embargo, que Ernest aclarase del todo en qué zonas hacía falta ese método innecesariamente bárbaro llamado inmersión lingüística y en cuáles no. ¿Hace falta inmersión en Olot, donde la lengua propia de la mayor parte de los niños es el catalán y entonces la lengua en la cual los inmergen o inmersionan (estas palabras horrendas son exigencia del método) es la misma que hablan en su casa? ¿O hace falta en Cornellà y Santa Coloma de Gramenet, donde la lengua propia de casi todos los niños y niñas es, como la de casi todos sus profesores y profesoras, el castellano o español?
Digo esto porque el mismo día en que Ernest Maragall -«caballo de Troya del españolismo» según CiU- decía eso en Barcelona, la propia CiU y ERC pedían en Madrid, en el Congreso de los Diputados, que «el aragonés y el catalán» figurasen como «lenguas propias» de Aragón, cuyo estatuto se halla en trámite de reforma. ¿Por qué? Los FF ya lo han dicho en diversas ocasiones: porque en La Franja de Aragón -Fraga y bastantes pueblos más de Norte a Sur- la lengua habitual de los nativos, entre ellos el presidente de esa comunidad, Marcelino Iglesias, es el catalán. Y para los niños de Fraga lo más sensato, ya lo dijo la UNESCO, es que la lengua de la escuela sea la misma que la de casa.
Para los niños de Fraga, cuya lengua propia es el catalán, lo mejor es escuela en catalán. Para los de Cornellà, cuya lengua propia es el castellano...lo mejor también es escuela en catalán.Y mientras dicen en Madrid qué deben hacer los aragoneses, los FF catalanes recurren al Constitucional porque el Gobierno español invade competencias del Govern Català imponiendo una tercera hora semanal de castellano. Atenme estas moscas por el rabo.
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