MADRID.-
El manual del terrorista que el etarra Iker Aguirre llevaba escondido en los zapatos al ser detenido en Portbou el 25 de enero incluía alusiones a un sistema de ETA para anular la acción de los inhibidores de frecuencia, los sistemas de protección que evitan la activación de bombas a distancia, informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.
Los apuntes de Aguirre hacen pensar a la Policía que se trata de un nuevo método aún no puesto en práctica. Los inhibidores de edificios públicos y coches oficiales actúan como perturbadores de todas las frecuencias que actúen en un determinado radio de acción.
De esta forma, si los terroristas pretenden accionar una bomba a distancia, la frecuencia que utilizan queda distorsionada y no alcanza a activar el artefacto explosivo. En el pasado, se ha hallado en poder de ETA pequeños mandos que emiten a su vez otras ondas que inutilizan los inhibidores saturando la frecuencia.
En los agentes antiterroristas causaron extrañeza las anotaciones sobre este sistema, ya que en las mismas notas también aparecía la enunciación de la Ley de Ohms, principio básico de relación entre tensión, corriente y resistencia en un circuito.
Esos conocimientos, más otros propios de la actividad etarra, como alquiler de pisos, métodos para robar coches o forma en la que moverse por poblaciones grandes y pequeñas, le fueron trasladados a Aguirre por Francisco Javier López Peña, Thierry, actual jefe del aparato de cursillos y un miembro histórico.
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