Lo cierto es que desde que comenzó la reforma la M-30 se convirtió en la autovía en obras «más peligrosa de Europa», según un estudio de la Universidad de Dresde. Y eso que el tráfico y la velocidad media de la vía han bajado considerablemente.

La gravedad de los choques de tráfico fue menor, es cierto: en 2006, la M-30 registró un 37,2% menos de accidentes con heridos graves que en 2005, y un 18,3% menos de siniestros que causaron heridos leves, mientras que el número total de accidentes en la vía con más tráfico de la capital aumentó un 8,5%, hasta alcanzar los 1.642.

Según los datos de Policía Municipal a los que ha tenido acceso Efe, el año pasado se produjeron 37 accidentes con heridos graves en la M-30, frente a 59 del año anterior, y 737 siniestros con heridos leves, mientras que en el 2005 hubo 902. Los peores accidentes, los mortales. Sí aumentaron. El año pasado perdieron la vida cinco personas en esta vía, una más que en 2005. 2004, en cambio, fue el peor año, con 10 muertos.

Con respecto al año 2004 (las obras se iniciaron en otoño de ese año), el descenso hasta el 2006 del número de heridos graves por accidentes en la M-30 fue de un 22,9% (de 48 se pasó a 37 en 2006).

El de heridos leves fue de un 6,4 (de 788 a 737), aunque la cifra total de accidentes se incrementó en un 28,5%, ya que pasó de 1.277 en el 2004 a 1.642 el año pasado.

Denuncia de Iglesias

El portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento, Oscar Iglesias, denunció ayer a este periódico que el aumento del número de siniestros se debe a «las prisas electorales de Gallardón en la M-30», lo que «incrementa la inseguridad» para los trabajadores de las obras y para los vehículos.

El descenso en los datos de heridos leves y graves se explica, según Iglesias, por «el descenso de la intensidad del tráfico del 30 al 40% de vehículos entre septiembre del 2004 y 2006».

Además, Iglesias recordó que desde que hay obras de remodelación la velocidad media de todos los coches es mucho menor, y eso rebaja la gravedad de los siniestros.

Añadió el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento que «hay un gran peligro para los trabajadores, que de repente saltan a la calzada para regular el tráfico y dejar paso a los camiones, con un grave riesgo de que los atropellen». Incluso algunos siniestros se han producido también como consecuencia del parón que dan todos los coches cuando, uno de los obreros, para el tráfico de manera súbita.

Además, están los accidentes de los que no se da parte, como los pequeños roces y alcances. Estos no se contabilizan porque al tratarse de una vía rápida en la que no se puede parar con seguridad, los conductores continúan su camino, y por tanto no se registran estos siniestros.

«Estos datos sólo confirman lo que ya dijo la Universidad de Dresde -añadió Iglesias-, y se comprueba que al alcalde le importa más terminar las obras a tiempo de las elecciones que la seguridad de los trabajadores y usuarios de la autovía».

«Los conductores se encuentran con constantes cambios de rasante, zonas mal señalizadas, trazados nuevos todos los días... Esto, más que una carretera parece un rally», concluyó el portavoz socialista.