La nueva escalada de inversiones potenciará las plantas que fabricantes como Volkswagen, Hyundai, General Motors o PSA han desarrollado en países como Hungría, Eslovenia, Polonia, Eslovaquia o Rumanía. Actualmente, la capacidad de producción en estos países asciende a más de de 3,3 millones de vehículos anuales y con el desarrollo previsto para los próximos seis años crecerá un 30%, según informaciones recogidas por la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC).

«La estampida de fabricantes occidentales hacia Europa del Este no se detendrá», señala el informe. En las previsiones llevadas a cabo por la consultora contrasta la pérdida de capacidad de las fábricas de países con gran volumen y tradición de producción de vehículos como Alemania, España o Italia y los casos de Eslovaquia y República Checa, que crecen de forma exponencial, lo que hace pensar en un proceso de deslocalización progresivo. De hecho, la planta eslovaca de PSA en Trnava - con una capacidad de 450.000 unidades anuales- ya ha absorbido la producción del Peugeot 207 que se fabricaba en Ryton (Reino Unido).

La necesidad de recortar costes de los fabricantes instalados en Europa se acentuará en los próximos años con la presencia cada vez mayor de nuevos competidores procedentes de China e India. En 2006, China duplicó sus exportaciones y vendió 340.000 vehículos en el exterior, mientras que India, con una producción total de 10,9 millones de unidades, exportó 193.810 vehículos en 2006.