El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ya ha anunciado el fracaso de la cumbre tripartita que se celebrará hoy en Jerusalén entre él, la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice y el presidente palestino, Abú Mazen. Olmert dejó ayer bien claro que no tendrá ninguna resolución positiva, ya que EEUU e Israel están de acuerdo en no reconocer el nuevo Gobierno palestino.
El dirigente israelí afirmó lo que ya se sospechaba, y es que EEUU e Israel no reconocerán a un Gobierno de unidad palestino que no acepte las condiciones del Cuarteto de Madrid (formado por la ONU, la UE, EEUU y Rusia): renunciar a la violencia, reconocer el derecho de Israel a existir y aceptar los acuerdos firmados por la Organización para la Liberación de Palestina e Israel.
Olmert no esperó a escuchar los argumentos del presidente palestino y ya ayer, la víspera de la cumbre, declaró que «un Gobierno palestino que no acepte las condiciones del Cuarteto no recibirá ni reconocimiento ni cooperación».
Antes de comenzar la reunión semanal del Consejo de Ministros, Olmert explicó que el pasado viernes habló por teléfono con el presidente estadounidense, George W. Bush, sobre los acuerdos del reparto del poder concluidos en la ciudad de La Meca el pasado 8 de febrero entre el presidente palestino y Jaled Meshaal, líder de Hamas en el exilio.
«Nuestra postura es inamovible», dijo el primer ministro israelí y aseguró que la decisión la ha tomado en «completa coordinación» con el presidente de EEUU. «Las posiciones estadounidenses e israelíes son totalmente idénticas respecto a este asunto», sentenció Olmert.
Anoche, el primer ministro se reunió a solas con Rice para preparar la cumbre tripartita sin realizar después anuncios ni comunicados sobre el encuentro. El objetivo principal de la cumbre, cuando fue acordada hace unos dos meses, era intentar reanudar las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos. Sin embargo, el anuncio de un Gobierno de unidad nacional entre Hamas y Al Fatah, ha hecho que la posible reanudación de negociaciones de paz una vez más se haya visto truncada debido a los últimos acontecimientos.
Consejeros de Abú Mazen insistieron ayer en que en la carta en la que éste encargó al primer ministro Ismail Haniya, de Hamas, la formación de un nuevo Gobierno de unidad, se estipula que deberá cumplir los acuerdos pactados por la OLP y las resoluciones de la Liga Arabe.
Sin embargo, Hamas no se ha cansado de repetir que aunque el futuro Gobierno «respetará» los acuerdos alcanzados por la OLP con Israel, nunca reconocerá a «la entidad sionista». Hace días que responsables palestinos declararon que EEUU había advertido a Abú Mazen del riesgo que corre de que se implante un boicoteo al nuevo Gobierno, incluido a los miembros no pertenecientes al movimiento islámico.
El clima de fracaso y tensión estuvo presente durante toda la jornada y el encuentro entre Rice y el presidente palestino, que duró más de dos horas, se vio ensombrecido cuando anularon la conferencia de prensa que tenían prevista celebrar después de su reunión, en el cuartel general de Abú Mazen en la ciudad cisjordana de Ramala.
En sus conversaciones con Rice, el presidente palestino hizo lo posible por presentar el acuerdo para compartir poder como un logro diciendo que había ayudado a moderar a Hamas. Abú Mazen también subrayó que él y no el Gobierno se encargará de cualquier negociación con Israel. Por su parte, Rice le aseguró que EEUU continuará tratando con él, dijeron sus asesores políticos.
Mientras, para los palestinos parece que el presidente Abú Mazen ha cambiado de bando ya que los que hasta hace apenas semanas le criticaban por considerarlo un títere de EEUU e Israel ayer le quisieron mostrar su apoyo. «Apoyamos al presidente Abú Mazen para proteger el acuerdo de La Meca y hacer frente a presiones externas que tratan de dar la vuelta a las manecillas del reloj y mantener la tensión en las calles palestinas», declaró desde Gaza Haniya.
En la ciudad de Beit Hanun, en el norte de la franja de Gaza, Ismail Haniya que acusó a Israel y a EEUU de intentar sabotear el futuro Gobierno, aseguró que los palestinos forman «una única fila en la protección de este acuerdo y frente a las presiones», pues el pacto alcanzado refleja «la auténtica voluntad de los palestinos».