VANESSA GRAELL
BARCELONA.-
En Cataluña faltan médicos, una situación que se agravará en los próximos años, según alertó ayer el Consell de la Professió Mèdica. La consellera de Salut, Marina Geli, admitió «el problema» pero no supo precisar el número de facultativos necesarios, ya que su Departament aún lo está estudiando.
El déficit de médicos no es «homogéneo» sino que afecta a algunas especialidades como los anestesistas, pediatras, radiólogos y ginecólogos, explicó el presidente del Col·legi de Metges de Catalunya, Miquel Bruguera.
Además, hay que sumar el éxodo de muchos de ellos al extranjero en busca de mejores condiciones laborales. En concreto, 120 médicos solicitaron en 2005 la baja del Col·legi de Metges para trasladarse en su mayoría a otros países de la Unión Europea. En Cataluña, los médicos tienen uno de los salarios base más bajos de España, aunque si se le suman las retribuciones variables (entre las que se encuentran las guardias) se sitúa en cabeza, indicó Geli.
Sin embargo, la fuga de médicos no es la causa de su déficit: «Se van pero también vienen», matizó Geli. En 2006, el 33% de los nuevos colegiados del Col·legi de Metges era de origen extranjero, principalmente de Latinoamerica y Europa del Este. Aunque, a juicio de Bruguera, la solución «no pasa por importar médicos», ya que tan sólo sería una medida «parcial».
La consellera quiso incidir en una aparente contradicción, ya que Cataluña cuenta con uno de los ratios más elevados de médicos por habitantes de Europa. La falta de médicos se explica por la amplia cobertura del sistema sanitario, que es «muy generoso y cercano a la ciudadanía», explicó Bruguera. Todas las poblaciones tienen un hospital a menos de 40 kilómetros y todos los centros ofrecen varias prestaciones. En opinión de Bruguera, habría que «estimular alianzas» entre hospitales grandes y pequeños para concentrar las especialidades.
Geli adelantó que en los próximos días se producirá «un debate a fondo» sobre el modelo asistencial catalán.
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