Frigola señaló que se trata de un «error humano» y que fueron los propios fedatarios quienes admitieron su equivocación el pasado viernes. El gerente obvió así que fueron ciertamente dos barcelonesas, que siguieron el sorteo en directo por Internet, quienes denunciaron en el diario ADN la confusión.

Existen dos opciones para resolver el error. En caso de que los notarios traten de redimir su error y otorguen la vivienda al número premiado, el listado «se movería hacia atrás -según Frigola-, por lo que el último podría quedar fuera». Por el contrario, si se optara por dejar las cosas como están, la persona damnificada podría tomar acciones contra el Ayuntamiento.

El Consistorio, que está «pendiente» de la interpretación que el notario haga de las bases del concurso, espera poder dar una respuesta a lo largo de hoy o mañana.

La incidencia se produjo una vez habían transcurrido siete horas desde el inicio del sorteo, cuando uno de los notarios confundió el número 0 por el 1. En lugar de escribir 0241 -número que salió del bombo-, apuntó el 1.241. En el sorteo referido al reparto de los pisos protegidos del barrio del Maresme-Besòs, que se estaba realizando en ese momento, tan sólo participaban 1.123 personas y pese a que el número erróneo superaba el de concurrencia de aspirantes, el notario anuló el número y prosiguió el sorteo con total normalidad ante la pasividad de sus colegas, para los que el error pasó absolutamente inadvertido. De esa forma, la persona que tenía asignado el 0241 no podía disponer de la vivienda que el sorteo sí le ofrecía.

El Ayuntamiento de Barcelona apuntó ayer la posibilidad de modificar el modelo de sorteo de cara a futuras promociones.