NANDO GARCIA
BARCELONA.-
Cuatro meses de investigaciones han llevado a la Guardia Civil al desmantelamiento de una red internacional dedicada al tráfico de drogas y que aprovechaba su infraestructura para introducir de forma clandestina a inmigrantes ilegales en Cataluña.Primero los utilizaban para transportar el alijo, como forma de pago por trasladarlos, a España y después los empleaban como pequeños traficantes.
Fuentes del Instituto Armado explicaron ayer que este modus operandi era inédito en Cataluña y añadieron que es similar a una «contratación en origen» en la que los traficantes eligen a varios inmigrantes que quieren entrar de forma ilegal en España para proporcionarles el viaje a cambio de que colaboren con sus tareas delictivas.De esta forma, los delincuentes se garantizan la dependencia de los extranjeros que pretenden introducirse en España porque les adeudan dinero por el viaje y acaban trabajando para los narcotraficantes.
La Guardia Civil ha detenido durante los últimos cuatro meses a 19 personas y se ha incuatado de 7,6 toneladas de hachís, además de embarcaciones y vehículos de gama alta, en la segunda fase de la denominada operación Maresme, cuya primera etapa supuso la incautación de ocho toneladas de esta sustancia en mayo de 2006.
El pasado mes de enero, los investigadores del Instituto Armado detectaron un cargamento de una tonelada de droga en el interior de un todoterreno que se saldó con la detención del ocupante, un marroquí de 50 años. Este arresto posibilitó que la madrugada del 8 de febrero se montara un espectacular dispositivo por tierra y mar con más de 50 agentes de las comandancias de Barcelona y Girona, además de dotaciones del Servicio Marítimo.
Los policías arrestaron a diez personas que llevaban 6,5 toneladas de hachís en el interior de un velero en el puerto de Colera, en Girona. Entre los detenidos se encontraban dos inmigrantes irregulares de origen magrebí que actuaban como porteadores de la droga a cambio de entrar irregularmente en España.
Una semana después, fueron arrestadas ocho personas más pertenecientes a esta red. Además, la Guardia Civil realizó cuatro entradas y registros en las localidades de Alella, Mataró y Sant Andreu de Llavaneras en las que se incautaron de 110 kilogramos de hachís y dinero en metálico.
Los investigadores también han descubierto una red de almacenes clandestinos que la organización usaba para ocultar el hachís y desde donde posteriormente se distribuía al mercado ilegal.
Teniendo en cuenta el resultado de la primera parte de la operación Maresme, que culminó con la incautación de 8.000 kilogramos de hachís, la detención de 22 personas y la intervención de los vehículos destinados al transporte de la droga, y la finalización de la segunda parte de esta operación, la Guardia Civil considera desarticulada la organización de narcotraficantes de hachís que mayor volumen de droga introducía en España, alijando en costas catalanas y con conexiones en Marruecos, Francia, Holanda e Italia.
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