ELENA CUESTA
BARCELONA.-
En la misma finca de Barcelona donde Jacint Verdaguer practicaba los exorcismos que provocaron su expulsión de Barcelona por parte del obispo y de su mecenas, el marqués de Comillas, se presentó ayer Perles. L'amic i l'amat. Càntics de Ramon Llull posats en vers (Nova Biblioteca Selecta), un volumen sabiamente recuperado por Enric Casasses y Agnès Prats en el que el mossèn tradujo al idioma que mejor conocía, el de los versos, la prosa de Llull del Llibre d'amic i amat.
Este libro empezó a escribirse en Mallorca. Verdaguer se refugió allí porque el archiduque Lluís Salvador (primo de la emperatriz Sissí) se lo pidió, juntamente con el encargo de escribir un poema épico sobre Llull. Este aristócrata había comprado Miramar, el monasterio en el que el filósofo enseñaba lenguas orientales, y lo reformó. Durante dos semanas, Verdaguer vivió en ese entorno, delante del mar. El Llibre d'amic i amat le acompañó en su destierro y suavizó -literariamente hablando- el odio que sentía hacia la jerarquía eclesiástica y social que lo había repudiado y que hasta entonces había reflejado en obras como En defensa pròpia o Flors del Calvari.
«El Llibre d'amic i amat es uno de los cánticos de amor más fuertes de la tradición europea y le ayudó a ignorar los avatares de su lucha», explicó ayer Enric Casasses, sentado en la galería de arte que ocupa la planta baja del edificio, en la calle Mirallers, donde Verdaguer exorcizaba demonios y cuya práctica le costó la expulsión de Barcelona.
Verdaguer convirtió la prosa de Llull en verso, de manera que en los poemas se puede encontrar el aire luliano respirado en algunas de las estrofas más bonitas que ha dado la obra de Verdaguer.La edición de Casasses y Prats, además, incluye bajo los textos del mossèn los versículos originales de Llull, para que el lector pueda comparar ambas sensibilidades.
Fue en 1908 cuando las Perles se publicaron por primera vez, seis años después de la muerte del autor. En aquella ocasión, sin embargo, la numeración de los versículos estaba basada en una edición que Verdaguer no había manejado, así que era casi imposible asociar los dos textos. En su trabajo de búsqueda, Casasses y Prats dieron con la correspondencia correcta y decidieron incluir los versículos en esta nueva edición. Una nueva edición que se ha basado, además, en el manuscrito original que se guarda en la Biblioteca de Catalunya. Verdaguer lo tenía todo preparado para su publicación, incluido el prólogo, que también se ha incorporado al volumen.
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