JAVIER EXPOSITO
MADRID.-
La polvareda levantada por el técnico del Caja San Fernando después de los insultos que dedicó a sus jugadores tras caer el domingo ante el Estudiantes (91-78) aún enturbia el ambiente. Ayer, el técnico quitó hierro a sus comentarios, insistiendo en que fueron en tono «jocoso», después de que el club descartara tomar medidas. La Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) y la Asociación de Baloncestistas Profesionales (ABP) también descartaron sanciones.
La ACB eludió valorar las críticas del catalán hacia sus pupilos, a los que calificó de «gilipollas», y no tiene previsto imponer sanciones. «Respetamos sus valoraciones, pero consideramos que son de naturaleza interna y no se contempla ningún tipo de medida disciplinaria, ya que las palabras son hacia su colectivo y si hay alguna sanción debe partir del club», señaló un portavoz de la ACB.
En cuanto al colectivo de jugadores, su presidente, José Luis Llorente, aseguró haber palpado el malestar de la plantilla del equipo andaluz. «Estas tipo de discusiones se tienen que arreglar de puertas adentro y no hay que faltar el respeto», afirmó a Efe. A pesar de que no quiso justificarle, Llorente aludió al delicado momento que atraviesa Comas: «Falleció su madre hace unos días, en el último año murió su hijo mayor y a lo mejor se ha dejado llevar por la emotividad». Llorente dejó en manos de los ofendidos adoptar medidas.
Las reacciones llegan después de que el técnico del Caja llamara «gilipollas» a sus jugadores, mostrándose muy duro con el pívot Demetrius Alexander: «Es un NAF, un Negro Atlético Fraudulento». Ayer el técnico matizó sus declaraciones diciendo que eran en tono jocoso, informa Antonio Cejas. «Alexander es como un hijo para mí», apuntó el polémico preparador.
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