El auge de España como país ideal para vivir y trabajar no sólo responde al imaginario británico, sino también al de los habitantes de otras naciones de la Unión Europea e, incluso, Estados Unidos.
De acuerdo con una encuesta realizada por el periódico Financial Times y la consultora Harris entre 6.561 adultos de estos países, el 17% de los consultados considera que España es el país «más atractivo» para radicarse y emprender una carrera laboral en Europa, seguido por el Reino Unido (15%) y Francia (11%).
Al mismo tiempo, España también se destacó por ser el país más «optimista» de acuerdo a la opinión de sus propios habitantes. Según el sondeo, sólo el 50% de los españoles considera que la situación económica del país «empeorará» en los próximos años.
Aunque dicho porcentaje resulta elevado en un primer análisis, es notablemente inferior al obtenido en Francia, donde el 73% de los encuestados se muestra «pesimista» sobre el futuro de su país y sólo el 5% cree que la economía nacional esté en condiciones de mejorar. Este hecho transforma al país galo en la nación menos esperanzada de Europa occidental.
Otro aspecto importante en el que España ha obtenido resultados alentadores para la percepción externa es el de la opinión de los propios españoles hacia el ingreso de mano de obra extranjera.
De acuerdo a este estudio, el 42% de los encuestados en España considera que la inmigración «es buena para la economía», un porcentaje alto si se le compara con el 19% obtenido por Francia y el Reino Unido, donde sus habitantes se han mostrado más escépticos sobre esta siempre difícil cuestión y quienes piensan que habría que restringir temporalmente la entrada de trabajadores procedentes de Bulgaria y Rumanía, recién incorporados a la Unión Europea. No obstante, el 71% de los españoles consultados reclamó un «control más estricto» de las fronteras del país, en especial para evitar la inmigración ilegal de Africa.
La encuesta muestra también que muchos europeos están abiertos a la idea de ir a trabajar a otro país aunque el número real de emigrantes es todavía pequeño. Los más resistentes a salir fuera de su país son los franceses, cuyo pesimismo les lleva a pensar que difícilmente encontrarán una vida mejor que en su propio país.
Aunque la revelación de España fue considerada «sorprendente» por algunos analistas económicos locales, para la mayoría de los medios de comunicación este estudio no hace más que confirmar la imagen ascendente de «un país que se había unido a la Unión Europea como uno de los más pobres hace 21 años», y hoy, en cambio, ha pasado a ser el de mejor clima laboral por la «flexibilidad» de sus leyes y su incesante crecimiento.
Sobre este último punto, la prensa británica remarcó ayer la corrección de las proyecciones para el crecimiento de la economía española de 3,4% al 3,7%.
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, aseguró ayer en Madrid, a raíz de la encuesta publicada en el Financial Times, que «antes ansíabamos parecernos a los europeos» y ahora son ellos los que quieren venir a España. «Por primera vez», dijo, «tenemos la mejor tasa de empleo y actividad de la UE y, además, nuestros niveles de paro son similares al resto de los países europeos, en torno al 8%».