Febe recuerda que, cuando se consume una bebida alcohólica, siempre se está consumiendo el mismo tipo de alcohol, el etanol, independientemente de la graduación de la bebida en cuestión o del proceso de obtención de la misma. Por ello, advierte que la exclusión en este anteproyecto de cualquier bebida alcohólica supondría banalizar su consumo ante los menores, transmitiendo el mensaje de que está bien visto. En su opinión, la falsa diferenciación entre alcoholes agrava la tendencia a minimizar los riesgos de su consumo, sobre todo cuando se trata de colectivos de riesgo, como son los menores y los conductores.

La federación comunicó que valora muy positivamente el esfuerzo del Ministerio de Sanidad y Consumo por matizar algunos de los puntos controvertidos contenidos en el anterior borrador, pero considera que aún hay muchas áreas de desencuentro que deben ser debatidas. Entre ellas, los productores de alcoholes de alta graduación destacan que el borrador mantiene las limitaciones de horario de venta entre las 22 y las 8 horas en aquellos establecimientos en los que no está permitido su consumo inmediato, coartando la libertad de los adultos que consumen de forma sensata.

También consideran que la inclusión de un mensaje que advierta sobre los daños asociados al consumo de bebidas alcohólicas por menores en la publicidad de estas bebidas es un mecanismo «inútil», ya que la publicidad de bebidas alcohólicas no está ni podrá estar destinada a menores.