Desde 1995 hay en el mercado aparatos que se utilizan para materiales volátiles, como el alcohol o el benceno, basados en que, una vez absorbido uno de estos materiales en una matriz adecuada, puede ser deabsorbido, es decir, reemitido por calentamiento a otro gas que lo transporta. La técnica se denomina desorpción térmica. Al utilizarla, se pueden realizar análisis de manera barata y sencilla. Para materiales semivolátiles, como es el dinitrotolueno (DNT), el procedimiento es también posible, pero no tan sencillo como para los anteriores, volátiles. Este procedimiento está en el mercado desde 1995, y su ventaja estriba en su bajo coste de operación debido a la facilidad de su uso. Pero los aparatos más tradicionales de cromatografía de gases y de espectrografía de masas son igual de precisos que los anteriores, aunque quizá sean más trabajosos de utilizar. Un técnico especialista puede conseguir con ellos los mismos resultados que con los de desorpción térmica. Teniendo en cuenta la capacidad técnica de los laboratorios de análisis de la Policía Científica y los procedimientos a que se sometieron las muestras de explosivos en el año 2004, no es aceptable que en aquella fecha no se detectara DNT en las muestras analizadas, mientras que sí se detectara en el año 2007.

Antonio Ruiz de Elvira es catedrático de Física de la Universidad de Alcalá de Henares.