Sin el menor atisbo de autocrítica ni de reflexión sobre la alta abstención registrada en el referéndum sobre el Estatuto de Andalucía, el PSOE entró al trapo del PP y se limitó a seguir la habitual cadena de descalificaciones que mantienen ambos partidos en relación a quién tiene la culpa.
El secretario de Organización socialista, José Blanco, despachó lo ocurrido en Andalucía con una lectura meramente sociológica: «La participación siempre es baja cuando entre los ciudadanos existe seguridad sobre el resultado».
Y arremetió contra la actitud «cínica» y «mezquina» del PP, al que acusó de actuar como hizo en el referéndum de la Constitución Europea: «Primero intentar frenar, luego pedir el sí con la boca pequeña y, finalmente, tratar de aprovechar la abstención de forma desleal».
Blanco, además, destacó la «confusión» que tiene el PP sobre el modelo autonómico. Así, recordó que este partido recurre ante el Tribunal Constitucional preceptos del Estatuto de Cataluña similares a los que defendió en el texto estatutario andaluz, o que los presidentes autonómicos de la Comunidad Valenciana y Baleares proponen lo mismo que ha rechazado el PP en Galicia.
Según él, la «confusión» del PP desemboca en «cinismo», «porque, si hubiera dependido del PP, Andalucía no hubiera tenido ni el Estatuto nuevo, ni ninguno».
El dirigente socialista, que defendió en todo momento la legitimidad del referéndum y destacó que casi nueve de cada 10 ciudadanos que fueron a las urnas lo han refrendado, apostó por el «éxito» de los objetivos políticos de Manuel Chaves. «El presidente andaluz se propuso tres cosas: sacar un nuevo Estatuto, hacerlo por consenso y lograr un amplio refrendo de los ciudadanos. Ha conseguido dos cosas».
Para Blanco, buscar otra lectura, como en su opinión hace el PP, responde a actuar «por oportunismo». «Toda la actitud del PP en este asunto demuestra que su visión de España es miope, mezquina y carente de principios».
No obstante, en el seno del PSOE -y según expusieron algunos de sus miembros en la Ejecutiva- se admite que la participación en el referéndum es más que decepcionante y que nadie contemplaba una abstención por encima del 60%, como ha ocurrido. Fuentes de la dirección del PSOE explicaron a EL MUNDO que no se reconocen públicamente estos hechos por la utilización -como mínimo desleal, según los socialistas- que el PP está haciendo del porcentaje de abstención.
